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Industriales del sector lácteo se reunieron anteayer en Buenos Aires para analizar estrategias frente a la coyuntura de demanda creciente externa, aumento de la producción primaria, pero cortocircuitos con los tamberos por el precio y un mercado interno pisado por los controles del gobierno. Y a la hora de pasar en limpio lo que ocurrió surge que la industria responde a los desafíos con inversiones que van de 80 a u$s 100 M en plantas de Córdoba y Buenos Aires.

“Tenemos un piso de crecimiento del 8 % y un techo del 10 % con respecto al 2010, lo cual es fundamental para la industria e indica que la producción láctea ha mejorado muchísimo”, explicó a punto biz Miguel Ángel Paulón, presidente del Centro de Industria Láctea (CIL).

Este incremento en los volúmenes posibilitó destrabar inversiones que, según contó Paulón, se encontraban frenadas. “Se trata del ingreso de entre 80 y u$s 100 M a la industria, donde se está analizando la instalación de dos plantas en Córdoba, una nacional y otra multinacional, y una en Buenos Aires”, anticipó el ex secretario de Agricultura, quien no quiso especificar las empresas involucradas.

"Gracias al buen año climático y al paquete tecnológico que manejamos en este momento, hoy se puede dar esta buena noticia para todos los argentinos, que es el aumento de la capacidad fabril", resaltó.

En la reunión, los industriales analizaron estrategias en pos de “hacer frente a la coyuntura de crecimiento abrupto, para que este aumento en el volumen de producción no se transforme en un problema”.

Se evaluó la posibilidad de incrementar la cantidad de leche descremada para aumentar la producción de los productos derivados que generan valor agregado.

En ese sentido, la fabricación de leche en polvo que está funcionando al 100 %, tendrá la incorporación, a mediados de julio, de dos plantas de Santa Fe que se encontraban en mantenimiento. Esto permitirá un aumento de producción de quesos que hasta el momento se encontraba disminuida, según Paulón.

Con respecto al precio del litro de leche, Paulón alegó que se trata “de una inflación generalizada que no es exclusiva de la industria” y que “hay que quitar del imaginario colectivo que el sector lácteo se encuentra en crisis”.