Los restos de Agustina Imvinkelried, la adolescente de 17 años que fue asesinada a la salida de un boliche, fueron inhumados este mediodía en el cementerio municipal de la ciudad de Esperanza.
El cortejo fúnebre que acompañó el féretro de Agustina partió de la casa velatoria rumbo al cementerio, pero antes pasó por la Basílica Natividad de la Santísima Virgen, donde se detuvo unos minutos junto a la caravana formada por sus familiares, amigos y vecinos.
Más de cien autos se unieron en la despedida, y durante todo el trayecto, pese a la llovizna que caía sobre Esperanza, la gente se sumó desde las veredas para el último adiós.
La joven fue encontrada asesinada luego de desaparecer el domingo cuando salió del boliche Teos. Mientras esperaba a un amigo dio con Pablo Trionfini, según mostraron las imágenes de las cámaras de seguridad.
Si bien hay una ventana de tiempo en la que no se sabe lo que sucedió, y se espera que las pericias sobre los teléfonos celulares arrojen claridad, ese encuentro fue mortal, y Trionfini resultó ser el principal sospecho, que cuando se vio cercado por la policía se ahorcó en su casa.
En la misma mañana de ese lunes en que el sospechoso se colgó, el cuerpo de Agustina fue encontrado tapado de hojas y bolsas a 300 metros del local bailable.
Tras practicarle la autopsia, la fical del caso, María Laura Urquiza, confirmó que Agustina murió por asfixia manual, que su cuerpo tenía golpes y había tratado de defenderse.
En tanto, se aguarda el resultado de las llamadas hechas por Troinfini para determinar si actuó solo o tuvo algún cómplice. El teléfono de la joven aún está desaparecido.