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La Unión Europea (UE) decidió incrementar sus sanciones contra el régimen sirio de Bashar el Assad e impedirá la entrada al continente a 23 miembros del entorno del presidente -incluidos funcionarios y oficiales iraníes- y congelará sus activos. Por su parte, Francia instó al Concejo de Seguridad de la ONU a no “permanecer mudo más tiempo” sobre la situación en Siria. "Se acerca el momento en el que cada uno deberá tomar sus responsabilidades", dijo primer ministro francés François Fillon.



Implican el congelamiento de los activos y la prohibici?n de viajar a territorio comunitario.
La importancia de la decisión de la UE de cerrar sus fronteras a funcionarios implica no sólo la imposibilidad de establecer vínculos comerciales con los países de la unión, sino también de trabar la diplomacia e instancias de negociación en ese territorio.

"Queremos actuar dentro de la legalidad internacional", dijo Fillon en una conferencia de prensa junto a su homólogo ruso Vladimir Putin, quien dijo que “una intervención en los asuntos de un Estado soberano”, para él, “no tenía perspectivas”.

Moscú ya se había pronunciado en un sentido. El presidente ruso Dimitri Medvedev había asegurado que Moscú utilizaría su derecho a veto en el Consejo de Seguridad contra cualquier resolución referente a Siria por miedo a que Occidente no acabe bombardeando el país, tal como está sucediendo en Libia.

Los tres meses de protestas en todo el país contra el régimen de Assad dejaron cerca de 1.300 muertos, según grupos sirios de oposición. Naciones Unidas asegura que cerca de 10.000 personas huyeron del país y buscado refugio en Turquía.