Luis Darío Castagnari tenía 33 años cuando murió en Malvinas. Era primer teniente de la Fuerza Aérea, y viajó a las islas voluntariamente. “Tenía que regresar con los prisioneros ingleses pero decidió quedarse para cuidar a su gente, sus subalternos”. Y fue entonces que falleció.
Así lo cuenta María Cristina Scavarda, su viuda. Esta semana, recibió una buena noticia por parte del secretario de Derechos de la Nación: después de 36 años, el cuerpo de su marido será trasladado (en diciembre próximo) a Río Cuarto, Córdoba, de donde ambos proceden y donde descansa en paz su hijo Gustavo.
“Cuando él se despidió (para ir a la guerra), me pidió que si le pasaba algo, quería que trajera sus restos y los depositara junto a nuestro primer hijito, que había fallecido de tres añitos”, rememora por Todo Pasa.
Cumplir esa promesa no fue fácil ni inmediato. El matrimonio tuvo cuatro hijos más, de sólo 2, 3, 5 y 6 años, y la muerte de Luis fue un golpe muy duro para la familia. “Era una carga muy pesada, una mochila que yo tuve mucho tiempo. Al principio no me pude dedicar porque me tocó criar a mis hijos que eran muy chiquititos, y yo con 28 años. Fue una vorágine mi vida. Tuve que tomar dos trabajos para poder mantener a mis hijos, para darles estudios. Después de que me jubilé empecé con todo este trámite, porque lleva mucho tiempo, mucho desgaste psíquico, emocional, mental”, reconoció María Cristina.
Pero los resultados de las gestiones llegaron, y ahora todo es alivio y paz. Para ella y para sus hijos y nietos, que tendrán dónde llevarle flores a su abuelo “héroe”. Porque eso es lo que saben de él: lo que su abuela les relata, aún conmovida.
“Realmente fue un héreo y fue muy querido. Así que hay mucha alegría (ahora) porque va a descansar donde quería”, finaliza, feliz.
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