Sucesos - SANTA FE

Lunes 11 de Junio de 2018 - 12:04 hs

Niños heridos por balas perdidas: una historia que se repite

El caso del niño de 3 años baleado en el abdomen cuando jugaba en la puerta de su casa en Loyola Sur no es un hecho aislado. Se reitera a través de los años en los distintos barrios de la ciudad.

Actualizado: Lunes 11 de Junio de 2018 - 12:21 hs

Ayer por la noche, el hospital Orlando Alassia recibió de urgencia a un niño de 3 años que fue alcanzado por una bala perdida en el abdomen mientras jugaba en la puerta de su casa, en el barrio Loyola Sur. González Carrillo, director del nosocomio, informó que el menor “está estable pero tiene un pronóstico reservado porque tuvo lesiones en órganos importantes y hay que esperar como evoluciona”.

"No es un hecho aislado, se viene dando hace mucho tiempo", expresó Liliana Benitez, presidenta de la vecinal del barrio en contacto con LT10,  e inmediatamente recordó un hecho similar en la zona. Se trata del caso de Jesica Carranza en abril de 2017, una beba de dos meses que fue herida en la cabeza y en el tórax por perdigonadas durante un tiroteo entre la policía  y un sujeto que abrió fuego contra los efectivos. Jesica ahora tiene un año y si bien pudo recuperarse, todavía tiene secuelas por la agresión. 

Además, Benitez indicó que Loyola Sur está "atravesado por el flagelo de la droga, y todo esto genera conflicto en el barrio". Enfrentamientos que no sólo en esta zona sino en muchos barrios de la ciudad, se 'resuelven' con una lluvia de balas en la que muchas veces quedan atrapados niños inocentes. 

En barrio Barranquitas también hay registros recientes de un suceso parecido en agosto de 2017, aunque este se dio -de forma accidental- dentro de una casa ubicada en Pedro Ferre al 3300. A un joven de 20 años que manipulaba un revólver calibre 38, se le escapó un tiro e hirió en la cabeza a Lorenzo Cantero, un bebé de tan sólo un mes que estaba en los brazos de su madre, hermana del muchacho que tenía el arma.

"Es muy triste vivir todo el tiempo encerrados", dijo Benitez sobre el miedo de los vecinos en Loyola Sur. El mismo temor que se vive por las mimas circunstancias en barrio San Agustín I, al noroeste de la ciudad, que en junio de 2015 también tuvo su hecho resonante: un nene de 11 años fue baleado en el abdomen mientras caminaba rumbo a la casa de su abuelo. Su mamá, suboficial de la policía provincial, acusó en ese momento a integrantes de bandas narco que operaban en la zona.

El año 2014 fue uno de los períodos en el que se repitieron más casos de este tipo: cuatro chicos sufrieron heridas por balas perdidas. En enero de ese año, Federico Martínez de 8 años jugaba con su bicicleta frente a su casa en Alto Verde cuando delincuentes abrieron fuego y lo hirieron en la espalda perforándole un pulmón. Dos meses después, dos niños de 3 y 12 años fueron baleados en Santa Rosa de Lima tras quedar en el medio de una balacera. En agosto, un nene de 11 años murió de un balazo cuando jugaba al fútbol en un descampado de barrio Nueva Pompeya.

Finalmente, el caso de Serena Martínez. La niña de 6 años murió en diciembre de 2013 tras agonizar una semana en el Hospital de Niños: mientras participaba de la colonia de vacaciones del Club Regatas, Serena recibió un disparo en la cabeza proveniente de un enfrentamiento armado en Alto Verde.

Estos son ocho de los casos más resonantes que se replicaron en distintos sectores de Santa Fe en los últimos cinco años , y todos tienen una misma causa: niños víctimas de mayores que manipulan armas de fuego y disparan a mansalva sin considerar que en los 'arreglos' de sus conflictos interpersonales hieren inocentes. 

Audio: Liliana Benitez, presidenta de la Vecinal Loyola Sur

Fuente: LT10