“Seño… seño. Se escuchan cañitas voladoras que hacen zum zum”, fue la frase que una niña le dijo a Jesica Copello aquella tarde del 29 de noviembre de 2013 mientras yacía Serena Martínez ensangrentada en la galería de Regatas. La mujer, subdirectora de la Escuelita que funcionaba en el club, ahí asoció que la niña había sido herida con una bala perdida. Previo al comentario, ella no entendía cómo la pequeña se había lastimado para sangrar así y estar inconsciente en el suelo.
Casi al momento, dos adolescentes remeros que estaban en la Laguna salen del agua y dicen que estaban tirando desde Alto Verde. El relato corresponde al testimonio de la docente (ofrecido en la mañana de este viernes) que resultó clave para la fiscalía y la querella para confirmar el lugar desde donde vino el disparo que hirió de muerte a Serena y que el tiroteo continuaba pese a que era plena tarde y que había mucha gente en las inmediaciones del lugar.
En el mismo sentido declaró Duilio Acuña, un fletero que llevaba equipos a un boliche de la zona y dos víctimas del primer tiroteo (Ponce y Cano, condenados ya) le pidieron que les remolque la moto rota tras el enfrentamiento con los imputados en este juicio. El hombre no los auxilió y quedó con su vehículo en la puerta del corralón. Allí dijo haber visto a varias personas que venían a caballo desde Alto Verde y comienzan a tirotearse con otros que disparaban desde dentro del terreno ubicado del lado de la Laguna. El testigo reconoció las armas que portaban como 9 mm.
Además, la defensa ofreció el testimonio de Ramona Vega, tía de uno de los imputados. La mujer hizo referencia al lugar desde donde tomaron los caballos quienes venían de protagonizar el primer tiroteo para regresar a vengarse. Paulazzo le consultó acerca del tiempo promedio que demorarían en llegar al ingreso de Alto Verde y a los rasgos de los animales. La fiscalía preguntó sobre el parentesco con el imputado ya que se esperaba que la testigo fuese la abuela a quien supuestamente acompañaba al momento de sucedidos los hechos.
La abogada querellante de la causa, Carolina Walker dijo que los testimonios “permitieron probar la hipótesis de la defensa y la querella: la cual era que estas personas, luego de ser atacadas, volvieron al lugar y efectuaron disparos a otros que estaban escondidos al borde de la laguna. Y, de este modo, una bala cruzó la Laguna y atravesó la cabeza de Serena (…) el peligro fue muy grande para quienes estaban el lugar. Por ende, que existió un dolo eventual o la posibilidad de representarse de existir otras personas lesionadas o fallecidas”.
“Para los chicos que estaban en el club fue muy conmocionante lo que pasó”, dijo la representante de la familia de Serena al hacer referencia al testimonio de la directora de la Escuelita de Regatas. Y agrega: “Cuando ella no entendía qué le había pasado a Sere y se le acerca la niña y le habla de las cañitas voladoras, ella se da cuenta que en realidad eran disparos. Y esto lo corrobora con los remeros que salen del agua”
Las últimas jornadas del juicio
El próximo lunes y martes se realizará la reconstrucción de los hechos. Desde las 8 de la mañana, los imputados, las partes y jueces recorrerán el CEMAFÉ y la zona de ingreso de Alto Verde. Además se realizará una inspección ocular en el club Regatas. “Fueron ofrecidas por la defensa pero creemos que los testigos presenciales nos van a contar cómo pasaron las cosas, desde donde disparaban y qué gente había merodeando en la zona cuando se producen los enfrentamientos”.
Resolución de Segunda instancia
La Cámara de Apelaciones rechazó el pedido de nulidad del debate pedido por la defensa por presunto prevaricato en la representación de Carlos Roberto Vega. Es que tras presentar la queja en la segunda jornada del juicio y el tribunal informar que resolverá en la sentencia, el Dr Paulazzo recurrió al tribunal de 2da Instancia para que decida sobre el recurso.
Los Dres. Sebastián Creuz, Roberto Prieu Mántaras y Oscar Burtik rechazaron la queja deducida por el defensor de los imputados al entender que no estaría vulnerado el derecho de defensa del imputado porque se lo garantizó debidamente durante el proceso y que el vicio se limita a uno de los tres imputados por lo cual sería irracional suspender el debate oral por una cuestión hipotética.