Ya no falta nada para el inicio del próximo Mundial. Rusia es el epicentro de las miradas y por eso las ilusiones son tantas, que cada país lo vive de una manera muy particular. Justamente para la Selección Argentinas las cosas no bien saliendo del todo bien. Primera con la suspensión del partido ante Israel y ahora con la lesión de Manuel Lanzini. Momentos de mucha tensión e incertidumbre.
Pero la gente mantiene la fe intacta y esa energía se traslada a los jugadores también. Entonces todo genera un cóctel que invita a soñar con que algo lindo puede darse. Así y todo, muchos creen que después de este proceso hay que comenzar a proyectar nuevas cosas y por deben darse cambios. En este sentido, Rubén Rossi, reconocido por sus trabajos en la formación de jugadores, habló con Diez en la City por FM "X" 103.5 y dejó posturas muy interesantes.
"Los formadores somos muy responsables de que haya cada vez menos gambeteadores. Si a los chicos que recién arrancan le pedimos que no gambeteen para no arriesgar, es un poco de las razones. Hoy vemos que se marean conos y sinceramente se pierde la posibilidad del engaño. El recurso más genuino queda cercenado. Es una herramienta desequilibrante. El resultadismo atentó con la formación de los jugadores. Escucho que hay que tener garra y luchar y humildemente digo, que poco se sabe de fútbol", apuntó.
Sobre el mismo hilo conductor, resaltó: "Mi gran ambición siempre fue la de encontrar el talento del futbolista. Por eso siempre dije que nunca iba a dirigir en Primera. Una vez un presidente me lo ofreció, pero le dije que no era mi idea. Me gusta y soy feliz de estar en las inferiores. Y me pone más contento aún que aquellos que fueron dirigidos por mí hoy sean entrenadores de Primera. El gran problema está en que el fútbol formativo no tiene nada que ver con el profesional. No tiene que inculcarse el triunfalismo sino la idea de jugar y formarse adecuadamente. Es como que para demostrar que se trabaja bien solo vale el resultado. Así está el fútbol argentino, donde surgen menos jugadores de elite".
Respecto a las opciones que tiene la Selección Argentina de ganar el Mundial, fue duro: "Sostuve siempre que ser campeón del mundo no es una obligación, sino una aspiración. La obligación es cumplir con todos los trabajos y la gestación de una idea. La Selección hace años que no cumple con sus obligaciones y por eso la veo lejos de ser campeón. Pero paralelamente tiene muy buenos jugadores y al mejor del mundo y eso me ilusiona. Entonces sueño desde el nivel futbolístico".
"Soñemos que la argentina sea campeó, pero si no se modifican las cosas, todo va a durar un mes. Hay muchas cosas que tener en cuenta. No hay un proyecto abarcativo de divisiones inferiores. ¿Se reestructuró algo contra la violencia? No, nada. Tiene todo que ver con un gran negocio. El mensaje es, mientras haya plata, vamos. Si salimos campeones y no cambiamos, la alegría será efímera. El problema en el fútbol es porque hay muchos que se creen maestros porque se forman todo el tiempo y no saben explicar cómo se debe indicar lo importante. Se concentraron en lo micro y dejaron de lado lo macro. No se aplica y así es por qué el fútbol nacional luce poco y genera dudas", acotó.
En el final, solicitó: "Santa Fe es una de las canteras más importantes del mundo y tenemos que tratar de que no se pierda. Lo único que veo en el fútbol juveniles es trabajo y más trabajo y no formación con valores y conocimientos".