Néstor Oroño pasó por LT10 y charló con el programa El Cuarto Poder. En el día de ayer pasada las 17 el mismo abogado fue el encargado de dar la noticia que su defendido recuperaba la libertad tras ser absuelto por el sobreseimiento por el beneficio de la duda.
Oroño destacó que "era imposible probar un hecho que no ocurrió y es una causa que nunca tuvo que ver con lo jurídico. Se trato de un hecho político y que Tognoli tuvo que padecer y soportar cinco años dentro de la cárcel. Fue un engendro jurídico que no se podía sostener".
"Si tenemos en cuenta como nace este caso ya era raro de por sí. Nace con una denuncia mediática en un diario del color político del anterior gobierno". De manera inmediata actúa la justicia con los fiscales. En una primera instancia una resolución desvincula a mi defendido de la causa y, desde ese momento se la separa de la causa a la fiscal Liliana Bettiolo y a partir de ese momento empieza un desfile de fiscales con injerencia directa de la procuradora Gil Garbo. No es una intuición mía. Está así acreditado en el juicio oral con el testimonio calificado de Bettiolo explicando cómo es reemplazada por otros colegas identificados con la facción política del gobierno nacional de ese momento".
Por otro lado al ser consultado sobre Tognoli y si lo dejaron solo destacó que "siempre estuvo entero y soportó este trance solo". No dio mensajes ni pidió ayuda. Confió en una estrategia jurídica y trabajamos en función de eso. Creo que ese fue el camino que seguimos".
Fueron cinco años el tiempo que transcurrió para desechar una causa y sobre este tema el abogado afirmó que " es lo que se demora y que se toma conciencia cuando los casos son mediáticos. La justicia tardía no es justicia y el tiempo es algo que no vuelve atrás. Es el déficit que tiene la justicia en esta y otras causas. El ciudadano común, lamentablemente, no tiene cabal noción de la importancia que tiene tener sistema judicial que funcione correctamente".