Un joven que llamó tres veces al 911 de la Policía de la Ciudad en noviembre de 2017 afirmando que había un artefacto explosivo en el local bailable Museum del barrio porteño de San Telmo quedó a las puertas del juicio oral.
"Es que no me dejaron entrar" habría admitido el imputado, que está acusado del delito de intimidación pública.
El acusado se comunicó la noche del 20 de noviembre tres veces (a las 03:52, 03:57 y 04:03) al 911 de la Policía de la Ciudad afirmando que en el local Museum había una bomba y personas atrapadas.
Esto generó que personal de la Comisaría 2ª evacue a las casi 2.000 personas que estaban en el lugar y que la Brigada de Explosivos de la Superintendencia Federal de Bomberos ponga en marcha el operativo donde se inspeccionaron los cuatro niveles del boliche.
Al arribar los oficiales de la Policía de la Ciudad, el imputado los abordó y les preguntó si habían encontrado algo adentro del local.
Esto llamó la atención de los oficiales y como no hubo forma de explicar su presencia allí el personal policial constató que las comunicaciones se habían hecho desde su teléfono llamando al número identificado en el 911.
En ese momento, el joven admitió que hizo todo porque "no" lo dejaron entrar al boliche. El procedimiento fue presenciado por dos testigos y se plasmó en un acta.
Al analizar los elementos de prueba incorporados durante la instrucción, la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal número 2, a cargo de Carlos Rívolo, consideró que los hechos detallados encuadran en el delito de intimidación pública, previsto en el artículo 211 del Código Penal.
"El medio elegido por el imputado para suscitar la alarma fue idóneo en tanto fue dirigido a una dependencia estatal especializada en la recepción de denuncias, en dar las primeras instrucciones frente a los distintos tipos de emergencias y derivar el pedido o denuncia a las reparticiones públicas o privadas con competencia", explicó el fiscal federal al analizar el tipo penal en cuestión.
Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, sostuvo que "el 911 es una herramienta fundamental para el Sistema Integral de Seguridad Publica" y explicó que "por día se reciben 12.500 llamadas y unas 4.500 se transforman en despachos de unidades".
"Por lo tanto somos muy celosos con estas situaciones y siempre damos intervención a la Justicia porque para nosotros no es una broma", completó Ocampo.
Este no es el primer caso, ya hubo otros de alumnos que hacían falsas amenazas de bomba en sus colegios y debieron afrontar causas y multas.
El año pasado un alumno que efectuó en 2015 una amenaza de bomba en un colegio de Flores, deberá hacer un curso de concientización sobre las consecuencias de ese hecho y tareas comunitarias.
La "probation" o suspensión del juicio a cambio de la realización del curso y tareas comunitarias fue acordado con el fiscal Diego Velasco y aprobado por el juez Pablo Bertuzzi del Tribunal Oral Federal 4.