Poco después de las cinco de esta madrugada, los vecinos de Villa Oculta escucharon una seguidilla de disparos producido por un intenso tiroteo en la la zona. Cuando el sonido de las balas se acalló, se encontraron con una escena dantesca y demasiado conocida para quienes viven en el lugar.
Rápidamente trasladaron a un herido en un auto particular hasta el hospital Cullen, pero no logró sobrevivir. Se trata de un joven de 28 años llamado Juan Hernández.
Apenas llegó la policía, preservaron la escena del crimen en Suipacha y Padre Quiroga. Sin embargo, no se trataba del único crimen en la zona.
A unos 300 metros de allí, en inmediaciones de Suipacha y Aguado, la gente también comenzó a reclamar la presencia policial al encontar a un menor de 14 años dentro de una vivienda.
Ante la extrema gravedad del suceso ocurrido en horas de la madrugada, la Jefatura de la Unidad Regional I La Capital de la Policía de Santa Fe, ordenaron redoblar el patrullaje en todos los barrios del oeste. Por estas horas, los investigadores intentan determinar si se trató de hechos aislados o si, en realidad, tienen conexión y si el mismo asesino acabó con las vidas de estas dos personas.
Lo que llama la atención, es que ambas muertes se produjeran casi a la misma hora a tan poca distancia una de otra. Los dos cadáveres fueron trasladados a la morgue judicial para que se realizaran las necropsias correspondientes.
En la zona de los homicidios trabajó personal de Homicidios y agentes del área Científica.