No son escenas de una película de Hollywood, sino que se trata del accionar de seis oficiales del Comando Radioeléctrico de la Costa santafesina que actuaban con total impunidad. Uniformados, en los móviles policiales, y de día, realizaban “operativos” en los cuales golpeaban, robaban y mentián. Ahora se encuentran detenidos, y enfrentan una investigación por más de 40 hechos delictivos.
Se trata de una investigación que consiste en 11 legajos, dentro de los cuales hay varios hechos delictivos, uno de ellos llega a nueve denuncias. Quien cumplía funciones como jefa, fue imputada por uin total de 41 hechos delictivos.
En diálogo con el Cuarto Poder, el fiscal que lleva adelante la causa, Ezequiel Hernandez, contó en detalle la forma en la que operaban estos oficiales. “El modus operandi mas común era entrar a las casa, golpear a las personas, exigir la entrega de dinero, armas o drogas o de otros elementos. En otro casos, los trasladaban a la comisaría”. Por estos hechos se les imputaron los delitos de allanamientos ilegales, robo y privación ilegitima de la libertad.
“En todo los casos se los golpeaba, entonces tenemos según la intensidad del sufrimiento de las víctimas, casos de severidades, vejaciones y dos casos de tortura”, añadió el fiscal.
Todo esto era realizado en calidad de policías, mientras se encontraban trabajando, uniformados y a bordo de los móviles policiales. Según relató Hernández, algunas de las humillaciones consistían en que las víctimas les dijeran “usted es la autoridad, voy a respetar a la policía porque sino `que se muera mi madre´, por ejemplo”.
Además, antes de que las víctimas fueran vistas por el médico policial, les advertían que no dijeran quien los había golpeado, “porque iba a ser peor, o porque sabemos donde vivís y vamos a prenderle fuego a la casa”.
Todos estos hechos culminaban con un acta de procedimiento falsa, muchas veces firmadas por las víctimas, donde se ocultaba lo que realmente había pasado. Simulaban enfrentamientos, autorizaciones para entrar a las casas, o relatos totalmente fantásticos como ver a una persona pasar “corriendo con una bolsa de arpillera por un casa y por eso ellos entraron temiendo por la seguridad de sus habitantes, cuando en realidad lo que hicieron fue un allanamiento ilegal, se llevaron todo lo que había adentro y golpearon a la moradora y a su hijo menor” acotó el fiscal.
La investigación es fruto de la creación de una fiscalía especializada en este tipos de delitos, violencia institucional. Antes cada fiscal tenia noción de solo una parte de la realidad. A partir del mes de octubre, el fiscal Hernández se hizo cargo de la unificación de estas investigaciones, y de esa forma dieron con el modus operandi de esta banda organizada para cometer delitos en la costa.
Por otro lado, el secretario de Control de las Fuerzas, David Reniero, en diálogo con LT10 contó que “lo mejor que puede pasar es que se investigue, que salga a la luz y se condene a los imputados”.
Además, detalló que este caso tiene una particularidad, y es que se haya realizado “de manera repetitiva en el tiempo y por un largo período de tiempo”.
Por otra parte, Reniero advirtió: “No podemos generalizar porque estamos hablando de mas de 23.000 policías en la provincia, pero sí ser objetivos, y que quien haga lo contrario a lo que pretende el Ministerio, debe ser apartado y juzgado por los jueces”.
Además, hay “650 disponibilidades a nivel policial por distintas causas. Y otros, más o menos unos 200, a la espera de las resoluciones judiciales. En general, existen unos 4000 sumarios a nivel provincial, que sobre todo tienen que ver con cuestiones administrativas".