Interés General - SALTA

Miércoles 31 de Enero de 2018 - 12:37 hs

Ludópata ruega que no lo dejen entrar a las casas de juego

El hombre ya pidió dos autoexclusiones y reclama que los controles sean más rigurosos.

Un hombre de 40 años que padece ludopatía y que ya pidió dos autoexclusiones en Salta, quiere que no lo dejen entrar más a las casas de juego, al tiempo que solicita los controles sean más rigurosos.

Juan Matías González, de 40 años, fue a la redacción del diario El Tribuno de Salta para hacer pública su historia y pedir que se controle más en los casinos a las personas que, por su adicción, solicitaron no los dejen entrar en las salas.

"Yo pedí mi autoexclusión de los casinos dos veces. La primera recorrí cada una de las salas y la segunda fui al Ente Regulador del Juego de Azar (ENREJA), presenté mi formulario, me sacaron una foto y durante un tiempo no me dejaron entrar a los casinos, pero después ya me dejaron de controlar y terminé entrando", dijo muy angustiado.

"Si para entrar en una cancha de fútbol hay derecho de admisión y a uno le piden huellas dactilares, por qué en los casinos no se toman medidas así", señaló.

Juan recuerda que hace unos 20 años fue por primera vez a un casino para tomar algo, antes de ir a una fiesta y desde ese momento no paró de jugar.

Siempre fue taxista y hace tres semanas quedó sin trabajo, por el mismo inconveniente: el juego. Según contó, cuando está en tiempos de crisis, plata que llega a sus manos la quema en el casino. Y en este último trabajo se gastó varias recaudaciones para jugar, y cuando vio que ya estaba desbordado entregó el auto.

El hombre tiene cuatro hijos, y asegura que tiene una familia de fierro que lo salva, pero el tema es que gastarse toda la plata en el juego lo lleva a una situación de crisis económica de nunca acabar.

"Estoy endeudado hasta el cuello, y nunca puedo salir", contó.

Hace dos años cuando fue al Enreja lo pusieron en manos de psicólogas, y lo mandaron a una recuperación en Betania, pero abandonó el tratamiento cuando le dijeron que tenía que tomar pastillas.

"Yo no estoy loco. Para alejarme del juego lo único que necesito es que no me dejen entrar al casino", repite con insistencia.

"Sabés cuántas veces vi a personas que gritan, lloran y se lamentan porque perdieron el sueldo por jugar. Hasta sé de gente que se murió mientras jugaba", afirmó.

Cuando está en una crisis no importa lo que elija para jugar, el tema es jugar y adentro del casino el tiempo no pasa. "Uno pierde 5.000 pesos como si nada. Y seguís jugando con la idea de que vas a recuperar y eso nunca pasa", se lamentó.

En Salta son alrededor de 800 las personas que pidieron que no las dejen entrar a los casinos. "Son 800 autoexcluidos que están activos. Esto tiene una duración de un año, con renovación automática o bien se puede revocar una vez que se cumpla un año", señalaron desde el Programa de Prevención de la Adicción al Juego del Enreja.

"La autoexclusión es una herramienta que busca poner límites externos, cuando las persona ya no pueden ponérselos de manera interna. No es una solución al problema de la adicción", advirtió Mariana Torres Jiménez, responsable del Programa de Prevención de la Adicción al Juego.

Fuente: NA