¿Es recomendable lavar la ropa nueva antes de usarla? Aunque Internet está lleno de cientos de páginas al respecto y han aparecido artículos en medios como Wall Street Journal o revistas de ámbito general, existen pocas evidencias al respecto en la bibliografía científica.
Hasta ahora se han descrito casos de dermatitis de contacto asociados al uso de ropas, tejidos o zapatos que, en todo caso, afectan a un porcentaje reducido de la población.
Un estudio publicado en 2013 en Case Reports in Dermatological Medicine concluye que la alergia textil por tintes azoicos sigue siendo una de las causas de la dermatitis de contacto alérgicas. Por ello, es importante tener en cuenta la posibilidad de alergia textil e informar al paciente sobre cómo evitar los colorantes azoicos, que se emplean en la actualidad para crear casi todos los matices de los textiles sintéticos, y en tener especial cuidado con la ropa interior de color de material sintético que, usado de manera directa sobre la piel, puede causar dermatitis.
Otro de los estudios es una investigación publicada en Dermatology Online Journal en 2010 sobre la dermatitis de contacto alérgica producida por el dimetilfumarato (DMF), un sensibilizador extremadamente potente e irritante, que se envasa en bolsitas y se inserta en los brazos o asientos y en la espuma de los muebles y en las cajas del calzado o de cascos de quitación, entre otros, para evitar la presencia de mohos mientras son almacenados o transportados. Debido a sus propiedades volátiles, los productos que los portan quedan impregnados y su acción alergénica depende de la rapidez y la cantidad que puede salir de la bolsita e impregne el producto.
“Algunos vestidos ya llevan una etiqueta que reza ‘wash separately before wearing’. Es una buena idea seguir las indicaciones del fabricante y lavarla antes de ponérsela, porque el exceso de tinte podría pasar a otras ropas o incluso a la piel, lo que podría suponer un problema para personas alérgicas”, indica Francisco Guillén Grima, secretario de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.
Por este motivo, es recomendable el lavado previo, sobre todo para las personas alérgicas que han tenido problemas alguna vez al ponerse una pieza de ropa nueva. Sin embargo, teniendo en cuenta los productos químicos utilizados en el proceso de fabricación, este médico amplía la recomendación a todas las personas sensibles. “La razón está en que cuando el nivel de tintes, como anilinas, o sustancias, como el formaldehido utilizado para conservar mejor la ropa durante el transporte de una parte del mundo a otra, son elevados, pueden afectarles”, puntualiza.
“Algunos vestidos ya llevan una etiqueta que reza ‘wash separately before wearing’. Es una buena idea seguir las indicaciones del fabricante y lavarla antes de ponérsela, porque el exceso de tinte podría pasar a otras ropas o incluso a la piel, lo que podría suponer un problema para personas alérgicas”, indica Francisco Guillén Grima, secretario de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.
Por este motivo, es recomendable el lavado previo, sobre todo para las personas alérgicas que han tenido problemas alguna vez al ponerse una pieza de ropa nueva. Sin embargo, teniendo en cuenta los productos químicos utilizados en el proceso de fabricación, este médico amplía la recomendación a todas las personas sensibles. “La razón está en que cuando el nivel de tintes, como anilinas, o sustancias, como el formaldehido utilizado para conservar mejor la ropa durante el transporte de una parte del mundo a otra, son elevados, pueden afectarles”, puntualiza.
Con la ropa del bebé debería actuarse de la misma manera, sobre todo si sufre problemas alérgicos. Conviene lavar la prenda antes de utilizarla para eliminar todos los productos que se utilizan para realzar su apariencia, además de la carga de microorganismos derivada de su fabricación y comercialización. Por eso un buen empaquetado no es sinónimo de inocuidad.
Para lavar la ropa de los niños pequeños lo mejor es emplear jabones neutros y suaves, sobre todo, los primeros seis meses, diseñados para prendas delicadas o para bebés. Hay que tener en cuenta que productos como el propio detergente, los suavizantes y los quitamanchas incorporan sustancias químicas susceptibles de provocar reacción en pieles frágiles. Es por este motivo que hay que procurar un buen aclarado que permita eliminar el mínimo resto, más si se hace a mano.