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Las reservas del Banco Central, tal como anticipó este diario, terminaron cayendo ayer en
u$s 1.392 millones debido al pago de servicios del Boden 2012. El vencimiento –por un total de u$s 2.208 millones–, que es uno de los más onerosos para el Tesoro junto al pago de los cupones atado al PBI en diciembre de este año, significó que las arcas del BCRA bajaran hasta u$s 50.462 millones, el mismo nivel que a inicios de septiembre del año pasado.
El “poder de fuego” de la autoridad monetaria no está en discusión a pesar de que las reservas caigan en el año u$s 1.728 millones. El dato que modifica la película con respecto al 2010, cuando igualmente el Central perdió u$s 1.200 millones por el pago del Boden, es que la entidad actualmente está vendiendo dólares en el mercado.

La presión dolarizadora hace que Mercedes Marcó del Pont tenga que soltar billetes verdes para que la suba del tipo de cambio no se acelere más de lo deseado. Ayer, por ejemplo, volvió a tener un saldo negativo (a pesar de que desde el Central informaron que fue neutro) de alrededor de u$s 20 millones según los bancos privados. Julio, si bien no hay información oficial, se estima que habrá terminado con compras en cero o incluso con ventas de hasta u$s 100 millones.

Así, después de un primer semestre en donde el BCRA no pudo comprar todos los dólares provenientes de la liquidación de exportaciones, las dudas recaen en el accionar que deberá tener cuando se intensifique el calor político de cara a las presidenciales de octubre. En el mercado creen que decididamente la autoridad monetaria deberá colocarse con más presencia en la ventanilla de vendedor de dólares. Las apariciones en el mercado cambiario, actualmente, no son del todo contundentes y eso permite el “deslizamiento” del tipo de cambio. “O venden en serio y muestran caída de reservas, o será un goteo leve pero constante”, señalaron desde una entidad privada.

En el mercado creen que las reservas del BCRA caerán este año u$s 4.000 millones, algo que niegan desde la entidad. Una posibilidad que tiene el Central es tomar deuda del Banco de Basilea para “maquillar” el nivel de reservas. Fue una estrategia utilizada por Martín Redrado en 2008 cuando debió vender fuerte en la plaza. En ese momento, la deuda del BCRA con Basilea superó los u$s 2.500 millones. Ahora, la actual conducción del banco repite que no hará uso de este artilugio.

El deslizamiento constante del dólar sigue su curso. Ayer, en el circuito mayorista donde operan bancos y empresas, el billete terminó en alza hasta tocar $ 4,1510, mientras que en las casas de cambio el minorista clausuró en $ 4,18.
“Esta suba no es mayor por las intervenciones diarias de la autoridad monetaria que, con sus ventas en el mercado de contado, ha logrado apaciguar constantemente a los compradores de divisas.
Con un mercado que se encogió demasiado del lado vendedor y una demanda de privados que se ha mantenido e inclusive incrementado rueda tras rueda, sus mínimas ventas permiten que el dólar siga aumentando en forma pausada y permanente según el ritmo que él determine”, consignó Puente.
Donde se mantienen cotizaciones elevadas del dólar es en el canal informal. El denominado blue, el que se negocia en las “cuevas” del microcentro sin presentar papeles, vale $ 4,33. El dólar implícito en los bonos (que se utilizan para fugar divisas al exterior) rondó el $ 4,28-$ 4,30, porque continúa la huida de capitales y la dolarización (tenue) de los depósitos bancarios.