Una paliza. Así se puede definir lo que sucedió en el clásico más moderno de la NBA. Es que San Antonio Spurs (51-14) aplastó a Golden State Warriors (52-14) por 107-85, en un encuentro válido por la serie regular de la NBA.
Y en un cruce de alta exigencia competitiva, Manu Ginóbili volvió a dejar su sello para completar una gran noche. Incluso, se ganó un elogio (un tremendo elogio) de su entrenador, Gregg Popovich.
El bahiense, de 39 años, jugó poco más de 18 minutos, en los que aportó seis puntos, cinco rebotes, seis asistencias y tres robos. Además, se lució con una jugada en el tercer cuarto: un doble y falta muy exigido.
Tras el encuentro, Popovich no dejó pasar por alto el gran momento que atraviesa Ginóbili, quien sumó varias actuaciones en un alto nivel. ¿Cómo puede explicarse eso? "Él es el espíritu del equipo, el competidor, el tipo que realmente odia perder más que nadie en el mundo", dijo el coach. Clarito.
Patty Mills fue el goleador de los Spurs con 21 puntos, claves para marcar la diferencia. También se destacó Kyle Anderson, con 13 puntos, ocho rebotes y seis asistencias. (La Nación)