En la jornada 23, la que da paso a las 15 últimas jornadas de Premier League, West Ham y Manchester City deben verse las caras en el que será el partido 105 entre ambos clubes. Dos clubes que luchan en estos momentos por cosas diferentes pero que deben evitar, por todos los medios, que esa carta del diablo, esas 15 jornadas que van a restar de competición liguera cuando el miércoles finalice su enfrentamiento, no se le vuelva en contra.
De tres en tres
Tres goles que valen tres puntos. Así le gustaría jugar a todos los equipos, ganar cada partido de manera holgada para no tener que estar sufriendo cada uno de los 90 minutos, cada una de las jornadas. Y, precisamente eso, es lo que está haciendo el West Ham, aunque, para no incitar a errores, hay que dejar claro que esto solo lo ha hecho en las últimas dos jornadas.
Calleri celebra su primer gol en la Premier | Foto: Premier League Calleri celebra su primer gol en la Premier | Foto: Premier League
Y es que, por fortuna -o quizá algunos piensen que por desgracia-, esta temporada no está dejando unos resultados excesivamente buenos para los hammers. Aunque ocupan el décimo puesto de la clasificación, justamente la mita de la tabla, los de Slaven Bilic tan solo han ganado ocho de los 22 partidos que han disputado desde que comenzara la Premier, con cuatro empates y diez derrotas.
Pero, dejando a un lado los datos, el West Ham llega a este encuentro en un momento raro a nivel de plantilla. A la lesión -que llegó hace una semana- de uno de los defensas fijos en el once del club londinense, Ogbonna, Bilic ha tenido que sumar una baja más. El baile de jugadores del mercado de fichajes invernal ha querido que Dimitri Payet, uno de los iconos de este equipo en el centro del campo, deje la elástica hammer para marcharse a Italia.
Un nuevo 0-5, ¿por qué no? Ese es, tal vez, el pensamiento que ronda por las cabezas del club sky blue de Manchester. Sobre todo, a nivel de motivación, porque después de ese encuentro las cosas no le han ido especialmente bien a Pep Guardiola y sus pupilos.
Aquel Manchester City de principios de temporada ha quedado ya a años luz de la actualidad. Parece que Guardiola dice no acabar de adaptarse al estilo de juego del fútbol inglés y, por su parte, la escuadra citizen tampoco acaba de darle a su técnico ese juego de toque que en otras grandes ligas le ha dado tanto.
Tras ese 0-5 de la FA Cup referido anteriormente, llegó un nuevo descalabro del club, que vio como el Everton le regalaba una cruel goleada o como no eran capaces de pasar del empate frente a un Tottenham con el que tienen una lucha directa. Resultados estos que parecieron difuminarse un poco en el último encuentro disputado por el equipo y en el que se impusieron por 0-3 al Crystal Palace para seguir vivos en FA Cup. Pero, al fin y al cabo, resultados que cada vez dejan más descolgado a un club cuyo pensamiento está ya más en quedarse en puestos europeos que en arrebatar el liderato a ese Chelsea imparable de esta temporada.