Hace tres años que la vida de José Antonio Faienza (53) dio un giro impensado. Esto fue cuando, obligado por las circunstancias económicas, dejó su actividad como pastor evangélico y decidió ganarse el sustento diario como chofer de un taxi.
Pero anoche el destino le jugó otra carta difícil al quedar a merced de un sujeto que, armado con un cuchillo, lo asaltó en plena calle.
Tras despojarlo de dinero y de un teléfono celular se produjo un forcejeo donde José terminó con severas heridas cortantes en manos y brazos. Por las lesiones de referencia debió ser asistido en el hospital Cullen donde le colocaron varios puntos de sutura.