Colón - Por Gustavo Mazzi

Jueves 21 de Abril de 2016 - 18:54 hs

¡En Colón, otra vez es hora de decir "basta"!

Actualizado: Jueves 21 de Abril de 2016 - 22:44 hs

Cambia el escenario, pero los actores son siempre iguales. Un grupo de inadaptados, dueños de una verdad simplificada y por ende triste, que se arrogan la representatividad de toda una hinchada, que en “algunos casos”, se hace la distraída y avala desde el silencio o la indiferencia este tipo de acciones. Ellos también son violentos aunque no lo expresen nítidamente.  Pasa aquí y allá. Es una de las más dolorosas postales que muestra el fútbol nuestro.

Otra vez en Colón se recreó una atmósfera repetida en los últimos tiempos. Otra vez obcecación, desorientación. Todo es urgente y parece improvisado. La dirigencia no está unida y se nota. “Se criaron cuervos en tiempo record y hoy se sacan los ojos…” y a río revuelto, ganancia de los que agazapados saben contaminar más la escena y si es con actitudes violentas, mucho mejor. Todos mediocres pero feroces en su cobarde medianía por mandar. Es el más perfecto y desnudo ejemplo de la crueldad imbécil. Hacen mal sin darse cuenta…

La vigencia del fenómeno barra brava nos dejará expuestos a todos, cada uno en su rol (dirigentes, jugadores, periodistas y hasta el hincha genuino) si los dejamos cruzar con tanta ligereza la frontera para cometer sus tropelías harto conocidas, como ocurrió este miércoles en el SAT.

Obscenos e inmorales son los propios barras y sus cómplices, muchos de ellos responsables pasivos. Inmorales somos, finalmente, todos aquellos que aún desde la denuncia estéril empezamos a aceptarlos como actores inevitables cuando su accionar remite, sencillamente, a un sistema delictivo que se combate tan livianamente, que son capaces de hacer lo que se les cante sin la más mínima restricción ni resistencia. Me siento cómplice de toda esta lacra que daña con frenesí las vísceras del fútbol santafesino, cuando me sumo al coro de analistas de un drama que ya no merece más análisis y que debiera tener otro tipo de cuidados más intensivos en estamentos superiores al periodismo. 

En el fútbol tenemos una desmedida consideración por el triunfo que nos hizo fuertemente competitivos, hasta que nos volvimos fundamentalistas del éxito. Las presiones obnubilan a todas las partes. El “ganar como sea” ocupa un lugar de privilegio en el mensaje final. Cómo si para ganar no fuera necesario ser mejor que el rival. Cómo si para alcanzar el triunfo no fuera más fácil estar tranquilos, en armonía, apoyados, EN PAZ.

Hoy, el rival más difícil de Colón es una vez más Colón. Y a veces, es casi imposible luchar contra uno mismo. En Colón el mañana apremia y obliga a revisar, evaluar y sobre todas las cosas, a decidir y actuar. Basta de disputas dirigenciales. Basta de internas en el plantel. Basta de patoterismo (como pasó contra Vignatti luego del partido ante Patronato). Basta de apretadas, de pintadas y de amenazas. Basta de actos violentos disfrazados de proteccionismo. Basta de justificaciones absurdas y de excusas sórdidas. Basta de complicidad. Basta de la increíble impunidad. Definitivamente basta de confundir folklore con violencia. Basta!!!

 

 

Fuente: LT10