Los últimos momentos de Cristian y Martín Lanatta y de Víctor Schillaci en libertad se iniciaron en un camino rural en inmediaciones de Cayastá, en el que se metieron raudamente tras pasar de largo un control con una camioneta Amarok que habían robado a un ingeniero agrónomo esta mañana (ver aparte), y a la cual habían hecho plotear con falsas inscripciones de gendarmería.
Según contó la secretaria de Gobierno de ese pueblo, Viviana Busti, a un medio porteño, en dicho camino sufrieron un accidente y se hicieron paso a pie. Tras ello, robaron otro vehículo, pero el mismo quedó “encajado” porque el terreno estaba inundado.
Previendo el hecho, la policía de Santa Fe debió pedir la ayuda de los habitantes del lugar. Así fue como Juan Carlos, un puestero de la zona, cedió tres de sus caballos, que fueron claves para el hallazgo de los prófugos, que ya en ese entonces se trasladaban a pie.