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Lucas Alario, quien tiene apenas 22 años, escribió un nuevo capítulo glorioso para una carrera que recién empieza. El delantero santafesino marcó el gol que inició el camino de River rumbo a la Copa Libertadores de América, 19 años después.

Sin embargo, no es el primer gol importante que marca Alario en su carrera. Antes de que Colón se fuera al descenso y cuando su destino parecía definido, convirtió en el último minuto frente a Olimpo y obligó a un desempate por la permanencia frente a Atlético de Rafaela.

La historia terminaría con tristeza para el Sabalero, que cayó y debió jugar en la B Nacional. Allí, tras una deslucida campaña, logró un ascenso más que esforzado en una última fecha en la que, como local, Alario marcó el camino frente a Boca Unidos con un penal en el que demostró todo su carácter para devolver al elenco de Santa Fe a la máxima categoría.

Entre tantos regresos de históricos, Lucas Alario pasó desapercibido. Incluso una lesión puso en duda que finalmente sea contratado. Pero Marcelo Gallardo lo pidió, firmó el contrato y en los videos de River campeón de América aparecerá con dos goles fundamentales para la historia.

Pudo ser villano también, porque antes de la palomita que abrió el marcador ante Tigres, un planchazo de pura impotencia rozó la roja. Ubriaco no lo consideró así y antes de finalizar el primer tiempo, aprovechó el centro preciso de Vangioni y su testazo perforó la resistencia de Nahuel Guzmán para el 1-0.

Hace dos semanas, otro tanto suyo pasaba a la inmortalidad: asistencia fantástica de Viudez y toque suave por arriba de Aguilar para el empate en Asunción contra Guaraní y pasaje a la final. En la ida, su debut con la banda roja, ya había demostrado calidad y hasta una asistencia.

Con apenas cuatro partidos, Alario será recordado como uno de los grandes héroes de este Millonario que volvió a alcanzar la gloria en América. Y bien merecido lo tiene este joven que cerró el 2014 con el ascenso de Colón y hoy, ocho meses después, logra algo inigualable.