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Domingo 02 de Octubre de 2011 - 22:28 hs

La Justicia reflota una pista policial en el crimen de Candela

La Justicia secuestró varios celulares a policías bonaerenses antes de que Fernando Burlando asumiera la defensa oficial de Carola Labrador por el crimen de su hija Candela Rodríguez y uno de los aparatos pertenece al suboficial Sergio Fabián Chazarreta, que ahora es investigado, al igual que un oficial conocido por un apodo y que se desempeña en el partido de San Martín.

Asimismo, habría otro expediente en el que se investiga a un ex comisario, conocido como "El Orejón" Brítez, de quien señalan que tenía contacto con los narcos de San Martín y un familiar directo suyo formaba parte de esos grupos.

Fuentes judiciales revelaron a Noticias Argentinas que la esposa Chazarreta es prima de Héctor "Topo" Moreira y el efectivo tiene relación con el detenido por estar acusado de ser autor intelectual del asesinato de la nena.

Este suboficial que ya es investigado por la Fiscalía de Morón y al cual ya le habrían allanado la casa tiene una larga trayectoria en la Policía Bonaerense y actualmente es un subalterno en la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza, cuyo jefe es Marcelo Chebriau. Las DDI dependen directamente de la Superintendencia de Investigaciones de la fuerza, a cargo del comisario general Roberto Castronuovo, uno de los tres jefes principales que está abocado al caso Candela.

Entre otros cargos, Chazarreta integró la División de Drogas Peligrosas de La Matanza, estuvo en Homicidios, en la Brigada de Mercedes, San Martín y La Matanza, en esta última compañeros y ex compañeros salieron a defenderlo y a despegarlo de las acusaciones que recibió.

Asimismo, en la entrega de premios durante el "Día del Policía", el 11 de diciembre de 2001, recibió el "diploma estímulo" cuando era sargento ayudante del Agrupamiento Comando Dirección de la Delegación de Investigaciones Complejas y Narcocriminalidad La Matanza, con el legajo número 116.476.

La investigación en el caso de Candela por la pista policial se había enfriado cuando apareció en escena Burlando, pero esta semana se reactivó nuevamente y e fiscal Marcelo Tavolaro continuaría con esta línea para tratar de conocer si hubo efectivos que ayudaron a los captores con el secuestro de la nena.


CUADRO DE SITUACIÓN

Desde que se produjo el crimen de Candela Rodríguez se especularon con muchas líneas investigativas, además de seguirse pruebas que luego se desvanecieron y que después fueron retomadas nuevamente, pero lo concreto es que varios de los que están detenidos se encuentran muy complicados con el hecho y se espera que la causa se empiece a cerrar la semana próxima.

Más allá que falta establecer el móvil y seguramente algunas personas más por detener para seguir "atando cabos" en este caso lleno de idas y vueltas, la Justicia ya tendría al autor material y al intelectual del asesinato tras las rejas.

La pequeña de 11 años desapareció el 22 de agosto en la localidad de Villa Tesei, partido de Hurlingham, y apareció muerta el miércoles 31 de ese mes en cercanías de la Autopista Acceso Oeste y la Avenida Vergara, de la misma comuna y a sólo 30 cuadras de su casa.

Entre los detenidos están Gladys Cabrera, la dueña de la casa de la calle Kiernan al 900 de Villa Tessei, donde se hallaron huellas de Candela y se estima que allí estuvo cautiva la nena.

La mujer fue señalada como "partícipe necesaria" del homicidio calificado y su abogado, José Pereyra, renunció como patrocinante durante esta semana. Ramón Néstor Altamirano es el carpintero que se habría encargado de alimentar a la víctima durante su cautiverio y tiene la misma imputación que Cabrera.

Hugo Bermúdez es el que más complicado está, ya que lo acusan de ser el autor material del crimen por una venganza contra la familia. El Estado le proveyó un letrado oficial para defenderlo, debido a que ninguno accedió a ser contratado.

Alberto Espíndola es el albañil señalado como "partícipe necesario" en la causa, al igual que el fletero Guillermo López y el verdulero Gabriel Gómez.

Los dos primeros son acusados de participar del rapto de la pequeña y el restante de hacer las llamadas extorsivas contra la familia. Héctor "El Topo" Moreira es el último detenido y está acusado de ser el autor intelectual del secuestro. Era allegado a la familia de Candela y mantendría una disputa con el padre de la niña tras acusarse mutuamente de ser "buchón" de la Policía.

Casi al mismo tiempo, la Justicia decidió liberar al tornero Alfredo Monteros, de 75 años, a su hijo homónimo, de 36, y al fletero y dueño de la traffic blanca Gustavo Valenzuela, de 44 años, quienes habían sido acusados de encubrimiento agravado por estar vinculados a ese vehículo, en el que presuntamente habrían trasladado a la nena. De todas maneras, aún son investigados.

Horas después de esas excarcelaciones, detuvieron al remisero José Luis Flores, de 36 años y con antecedentes penales, y a su esposa Liliana Susana Cabrera, de 32, ya que en su casa de William Morris se halló una pistola calibre 9 milímetros. Sin embargo, el procesamiento sería por tener el arma en forma ilegal.

Además, la Policía busca de manera intensa a un hombre de alrededor de 31 años con las iniciales de L.D.J.N, quien se habría hecho pasar por "novio" de Candela para obtener información de una plata que tenía guardada la madre.

También se investiga la pista que señala a una mujer, llamada María Elena, quien habría cuidado de la chica durante los días que estuvo en cautiverio, al tiempo que se sigue la pista policial con un ex efectivo bonaerense apodado "El Orejón".

Por otro lado, surgió la hipótesis de un Volkswagen Bora gris que merodeaba la casa de la familia aquel 22 de agosto, auto al que vinculan con un primo del padre de la nena y a dos policías bonaerenses: un oficial de apellido Chazarreta y un suboficial conocido por un apodo. Los tres tendrían contactos con Moreira.

Por su parte, Andrés Rabinovich, defensa del ex marido de la madre de Candela, Ricardo Manuel Perrota, quien está detenido por un delito, negó que su cliente estuviera vinculado al crimen de la nena, por lo que se desestimó alguna pista que condujera hacia él.

Cuando en la causa se complicaba Carola Labrador, a quien acusaban de ocultar pruebas y de vincularse con narcos que pudieron relacionarse con la muerte de su hija, apareció Fernando Burlando para hacerse cargo de su defensa por un pedido del cura Julio César Grassi, a quien la Justicia lo culpó por pedofilia.

En medio de las hipótesis que van y vienen apareció una denuncia presentada en un tribunal de Córdoba, donde se afirmó que Candela había sido robada por Labrador al nacer a una mujer cuyo esposo estaba vinculado con el delito y era hermano gemelo de Alfredo Rodríguez, quien está detenido desde hace dos años por una causa por piratas del asfalto.

Rodríguez tiene como letrado a Carlos Telleldín -que se recibió de abogado en la cárcel cuando estaba en prisión preventiva como presunto proveedor de la Trafic usada como bomba en el atentado a la AMIA-, aunque no trascendieron más detalles.

"Esto no tiene nada que ver conmigo ni con mi marido", remarcó Carola cada vez que habló antes la prensa. Justamente, la mujer se mantuvo oculta durante 20 días tras el crimen, rompió el silencio mediante una carta pública que leyó un compañero de trabajo y posteriormente dio notas exclusivas a varios canales de televisión.

En el medio de la investigación, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, pidió cautela para seguir la investigación del asesinato y remarcó que "se está trabajando intensamente para esclarecer el crimen y dar con todos los responsables del hecho".

Por su parte, Burlando calificó el caso como "una misión ética y noble" y explicó que esa fue la razón que lo llevó a aceptar la tarea de representar a la mamá de Candela. Además, desligó del pago de honorarios a Grassi y confesó que se negó a cobrarlos porque sólo le interesa prestar ayuda a la familia. "Creo que necesitan respuestas al igual que la sociedad", manifestó.

La misión del letrado es que Carola quede libre de sospechas, más allá de la condena social que recibió días después del crimen, aunque en los últimos días apareció Miguel "Mameluco" Villalba, quien se postulaba como candidato a intendente de San Martín y fue detenido por vinculaciones con el narcotráfico.

Villalba dijo que "toda la familia de Candela" tiene relaciones con el delito y pidió declarar en la causa, más allá que no está acusado, debido a que hubo sospechas de gente que participó en el hecho y que estaría vinculada a él.

Según averiguó Noticias Argentinas, lo que motiva a "Mameluco" a dar su testimonio es por unos dichos de Burlando, quien en un momento pidió a la "comunidad carcelaria que aporte datos" para empezar a esclarecer el asesinato, ya que muchas veces ellos ayudaron a encontrar a varios culpables.

Villalba, quien es defendido por Diego Storto, tomó esto como "una rotura de códigos", porque si bien varias veces pasó lo que dijo el abogado, "blanquearlo ante la prensa deja como "buchones" a todos los presos", dijo una fuente a NA.

Fuente: na