Lt 10

En diálogo con LT10, Carlos López Cortéz, ex funcionario del patronato de liberados de Santa Fe, expresó que “yo tengo 39 años de experiencia en la administración pública. Yo fue el papá del patronato de liberados, a fines del 2003. Durante los primeros años, se hizo un trabajo magnífico. La seguridad no pasa por tener más policías y patrulleros sino por intentar reinsertar a la sociedad a las personas que cometieron delitos”.

Además, Carlos López Cortéz agregó que “Martín Romano era un empleado del servicio penitenciario (era guardia carcel) que por una decisión política comenzó a trabajar en el patronato de liberados. Esta situación estaba en contra de la ley pero por una cuestión política hubo que aceptarla”.

Consultados sobre cuándo fue el momento en que comenzó a percibir irregularidades, el ex funcionario del patronato de liberados de Santa Fe sostuvo que “yo advertí que se contrataba a personas sin títulos para atender a los liberados. Esto ya era muy grave. Luego, Bortolozzi decidió que todo el personal penitenciario vuelva a trabajar en las cárceles. En ese momento, yo accedí a unos armarios (a los cuales no tenía acceso) donde encontré 1100 expedientes cajoneados. Yo ordené que se sacaran del armario y relevaran”.

En este sentido,Carlos López Cortéz señaló que “yo puse en conocimiento a mis superiores de esta situación. Al día siguiente comencé a recibir amenazas de muerte. Luego, me desplazaron del cargo. Me mandaron a mi casa y no me daban tareas. Luego, me mandaron al archivo general de la provincia. La frutilla del postre fue la designación política como director general a Martín Romano. Esto significó la violación de la constitución nacional, provincial y la ley de administración pública”.

Finalmente, el ex funcionario del patronato de liberados de Santa Fe remarcó que “nadie abrió la boca de esta situación. Ni los organismos de control legal, ni los gremios cuestionaron lo que ocurrió con Romano. Este caso fue muy grosero”.