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Viernes 11 de Abril de 2014 - 17:33 hs

Premian en Italia a trabajo de equipo de fertilización bonaerense

Congelar los embriones y luego transferirlos al útero aumenta las posibilidades de lograr un embarazo exitoso, que implantarlos sin frío, cuando la mujer está bajo los efectos de la estimulación ovárica. Esa fue la conclusión de un trabajo del equipo del hospital provincial San Martín de La Plata, que recibió el primer premio en el 16to Congreso Mundial de Ginecología Endocrinológica, realizado en Florencia, Italia.

La médica Adriana Zabala, junto con el grupo pertenecientes a uno los nueve centros públicos con que cuenta la Ley de Fertilización en la Provincia se dieron cuenta de las ventajas de la vitrificación de embriones, según se informó en un comunicado de la cartera sanitaria bonaerense.

Se analizaron los resultados de 115 casos de fertilización asistida “en fresco”, es decir que los embriones obtenidos en laboratorio se transfirieron al útero de la mujer sin previo congelamiento o vitrificación. Se comprobó que en estas ocasiones la tasa de implantación, que es la adhesión del embrión a la pared del útero, fue del 22%, mientras que la tasa de embarazo fue del 10%.

En cambio, cuando esos embriones se mantuvieron un tiempo congelados los resultados fueron mejores: la tasa de implantación subió hasta el 36% mientras que la de embarazo trepó del 10 al 17%.

El ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, felicitó al equipo y recordó que el hospital San Martín “fue uno de los primeros en ponerse a trabajar desde la puesta en marcha de la ley de fertilización asistida en la Provincia”. El funcionario precisó que hasta el momento se atendieron 21.000 parejas en hospitales públicos y nacieron 96 bebés.

“Ahora asistimos a la investigación y al reconocimiento internacional, de modo que estamos muy orgullosos de nuestro profesionales y de nuestro sistema de salud que es, como en ningún otra lugar del mundo, de calidad y solidario”, agregó el ministro.

El Servicio de Ginecología del San Martín, realizó hasta la fecha 159 tratamientos de Fertilización Asistida, a la vez que asistió en 38 ciclos de transferencias de embriones criopreservados, dos ciclos de criopreservación de óvulos por motivos oncológicos, y ya cuenta con 41 nacimientos de dichos procedimiento.

Los autores de la premiada investigación fueron Adriana Zabala (Coordinadora del Programa de Fertilización en el San Martín), Blanca Campostrini (jefa de Servicio de Ginecología) y Marianela Stechina (médica de planta del Área Fertilización Asistida). Además contribuyó en la realización metodológica, un equipo del Hospital Narciso López de Lanús, integrado por María Franchina, Gustavo Litterio y Pablo Carpintero.

Por qué es mejor congelar
Cuando una mujer decide someterse a una fertilización asistida, lo primero que le indica el médico es que tome una medicación que estimula la producción de folículos en el ovario.
Luego, esos folículos o gametos se aspiran y se los fecunda con los espermatozoides de su pareja en un laboratorio para transferírselos al útero convertido en embrión. Cuando se extraen varios folículos algunos se transfieren y otros se conservan en tanques de nitrógeno a 190 grados bajo cero. Ese proceso de congelamiento es el que se conoce como “vitrificación”.

Los médicos del San Martín notaron que con los embriones vitrificados obtenían más embarazos y dedujeron que la medicación para estimular al ovario, además de servir para generar folículos, provocaba un efecto perjudicial: creaba un medio menos receptivo en el útero para el embrión.

En cambio, cuando se decidía usar los óvulos congelados, el útero ya no estaba bajo los efectos recientes de la medicación. De esta manera, se volvía más receptivo y la mujer tenía más posibilidades de lograr un embarazo.