El crudo relato de lo que pasó marcó a todo un barrio. En la tarde de ayer, un hombre de 42 años murió luego de intentar defender a una vecina, embarazada de más de ocho meses, de un delincuente que intentaba asaltarla.
Un minuto antes de las 15.55, Ariel Castelló y algunos familiares con los que disfrutaba de un almuerzo escucharon a dos mujeres gritar. Rápidamente salieron a la calle, al igual que otras vecinos que reaccionaron ante el pedido de auxilio de las mujeres.
En plena calle, en inmediaciones de Juan Díaz de Solís y Tucumán en barrio Roma, un delincuente forcejeaba con una vecina embarazada. Los vecinos intervienen, al ver que eran muchos, saltó sobre la moto negra en la que se movilizaba, la puso en marcha con intenciones de escapar, pero los vecinos se le tiran encima. Ahí comienza una pelea, saca un arma y empieza arepartir balazos. Una de las balas impacta en el abdomen de Ariel Castelló.
Rápidamente, dos de los vecinos cargan al hombre herido en un auto particular y lo llevan de urgencia al hospital José María Cullen. Mientras tanto, los otros vecinos retienen al delincuente hasta la llegada de la policía que tardó apenas unos minutos.
En el Cullen, primero lo estabilizan y luego lo trasladan al quirófano donde finalmente murió cerca de las 17.30 de la tarde.
El intento de robo se transformó en asesinato. El victimario tiene 20 años y es sobrino de uno de los capos y ex jefe de la barra brava del Club Atlético Unión. El último domicilio que tiene es en cercanías de Villa Oculta, a poca distancia de donde fue el crimen. Además, cuenta con un basto prontuario policial por daños a la persona y a la propiedad, y por portación de arma de guerra, incluso cuando era menor.
La víctima es Ariel Castelló, un arquitecto santafesino que trabajaba en Vialidad Provincial, muy apreciado por sus vecinos y compañeros de trabajo, y padre de dos niños, uno de diez años, y otro de dos.
Todo esto se agravó aún más cuando se conoció que familiares del delincuente pasaron por la casa de la víctima y realizaron amenazas.