Hoy

Martes 08 de Octubre de 2013 - 20:17 hs

Buitres creen que más allá de la Corte, la batalla \\"será larga\\"

 El dueño del fondo buitre Elliott Management, Paul Singer, aseguró que "cualquiera sea la decisión que tomen sobre el caso (los integrantes de la Corte Suprema norteamericana), la situación no terminaría por un período bastante largo de tiempo". Además, el gerente del grupo inversor, Jay Newman, se pronunció a favor de tener negociaciones con el país y lograr así una "solución beneficiosa" por el conflicto que mantiene por la deuda pública. Este es uno de los grupos que litigan contra la Argentina en Estados Unidos por la deuda pública.

Sobre la medida adoptada ayer por el máximo tribunal norteamericano, que decidió por el momento no intervenir en la causa que enfrenta a su fondo de inversión con la Argentina, Singer evaluó que no es "una gran decisión" debido a que la Corte "tendrá otras oportunidades de escuchar el caso si se necesita". El magnate habló durante una conferencia organizada por el diario The Wall Street Journal en el lujoso hotel neoyorquino The Pierre.

El titular de Elliott Management rechazó además que el juicio que lleva adelante contra la Argentina tenga impacto en otras reestructuraciones de deuda soberana.
Según reportes de medios especializados en finanzas, el magnate -de fuertes lazos con el Partido Republicano- señaló que la Argentina era "la séptima economía del mundo" al terminar la Segunda Guerra Mundial pero que ahora es "un mercado emergente". Consideró que los problemas del país "son autoinflingidos" por los argentinos.

Según Singer, los inversores priorizan el corto plazo, por lo que están "dispuestos a perdonar". Además, criticó que la Argentina "acordó pedir prestado dinero bajo la ley norteamericana de Nueva York, por lo que la ley ayuda" a que los acreedores litiguen contra el país.

Por su lado, Newman, gerente del fondo buitre, planteó que "seguimos deseosos de mantener discusiones y creemos que podríamos alcanzar una solución beneficiosa. Pero necesitamos una contraparte del otro lado de la mesa. Necesitamos que Argentina esté tan lista como nosotros estamos para dejar el default de 2001 en el pasado".

En una nota de opinión publicada por el diario The Financial Times consideró que "cuando una nación experimenta una crisis de deuda, sus líderes usualmente tratan de resolver esas cuestiones lo más rápido posible" pero lamentó que "la Argentina es diferente".

"Casi doce años después de defaultear más de u$s 80.000 millones de deuda, sus problemas permanecen sin resolver. Nuestra firma, que maneja dinero de fondos de pensión, de universidades y otros, está entre los tenedores de esa deuda en default", explicó. Según Newman, "durante más de una década" ese fondo buitre "ha dejado en claro al Gobierno (argentino) y sus abogados" que están "listos y deseosos" de sentarse a "discutir una solución".

"Se han negado incluso a escuchar. Aunque el país podría pagar fácilmente toda su deuda en default mañana mismo, sus líderes han elegido desperdiciar el dinero del país en una fútil batalla legal", lamentó.

Según dijo, el litigio ante los tribunales nortemaericanos, se trata de un "último recurso", pero su intención es lograr una solución negociada. Newman dijo que en 2003 él mismo centó con el exsecretario de Finanzas Guillermo Nielsen, entre otras "charlas de buena fe" mantenidas con el Gobierno.

El gerente lamentó que en 2005 la Argentina llevara adelante una oferta a la que llamó "tómalo o déjalo" que fue rechazada por "la mitad de los acreedores extranjeros". De acuerdo a su versión, para el momento en que la Argentina lanzó su segundo canje de deuda en 2010, "la mayoría de los acreedores" que quedaban se habían "desmoralizado" por lo que vendieron sus bonos, entre otras, a su firma.

"Luego del segundo canje, nos reunimos con Hernán Lorenzino, entonces Secretario de Finanzas", reveló el ejecutivo, en lo que describió como una charla "cordial". Newman dijo: "me fui con la impresión de que podríamos trabajar juntos, pero no volví a escuchar nada más" sobre el tema

También reveló que en 2011 su firma se reunió "varias veces" con el entonces embajador argentino en Washington, Alfredo Chiaradía, pero que una vez que él dejó su cargo no lograron volver a verse con diplomáticos argentinos.

"Una solución justa para el default de 2001 derivaría en beneficios significativos para la Argentina. Bajaría la inflación galopante y reduciría los costos de endeudarse al nivel de sus pares de la región", señaló. Según evaluó, el país podría ahorrarse unos u$s 74.000 millones en costos de financiamiento en los próximos diez años, de avanzar en esa dirección.

Fuente: ambito