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“Actualmente, el examen práctico se realiza en un circuito cerrado que suele aprenderse de memoria. Los ‘trucos’ de cómo hacer la rotonda, cómo adelantarse ante un auto imaginario, ponerse el cinturón antes de estacionar en paralelo, entre otros ‘mitos y realidades’, son conocidos de antemano por la mayoría. Cuando el conductor sale a la calle se encuentra en un contexto absolutamente diferente al que tenía cuando fue evaluado: ahora debe manejar considerando a otros actores, conductores y peatones”. Así se manifestó el concejal Tomás Norman (PRO), autor de la iniciativa que fue presentada en el Concejo Municipal.

“En nuestra ciudad, todos los días los accidentes de tránsito son noticia. Frente a ésto, muchas veces, agradecemos que no haya víctimas fatales, en lugar de buscar soluciones preventivas”, argumentó el autor del proyecto.

“A la hora de plantear soluciones posibles, resulta indispensable conocer las causas que originan el problema. En este sentido, hay un dato clave: el 85% de los siniestros es ocasionado por una mala conducción del vehículo. A raíz del diagnóstico, presentamos un proyecto que busca, a través de dos acciones, mejorar la idoneidad de los conductores”, explicó Norman.

“Por un lado, proponemos que la educación vial no se limite a una charla obligatoria de unas pocas horas sino que se incluya como una materia de quinto año de la secundaria, cuando los alumnos están próximos a rendir el examen de conducir. Quienes hayan aprobado esta materia, estarían eximidos de asistir a las charlas dictadas en el Centro Municipal de Educación Vial pero no de rendir el examen teórico”, contó edil del PRO.

“En lo que refiere a la prueba práctica, planteamos que se implemente un nuevo método de evaluación, que refleje más la situación real de manejo. Por eso, proponemos un examen práctico de una duración aproximada de una hora, durante la cuál el solicitante conduzca su vehículo por carreteras y/o autopistas, acompañado de un oficial municipal que lo evalúe en el conocimiento de las normas de tránsito y su idoneidad para conducir y estacionar en la vía pública. Este sistema se utiliza, desde hace años, en Estados Unidos y en España y ha dado resultados exitosos”, concluyó Tomás Norman