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 Los futuros de soja continúan derrumbándose en el mercado de Chicago, y ayer la oleaginosa perforó los u$s500 por tonelada, con una caída del 11 por ciento en tres días. El descenso representa unos 60 dólares en apenas 72 horas.

Ante todo, reina el temor de que China se retire de forma temporal del mercado, luego de conocerrse que lanzaría unas tres millones de toneladas de sus reservas, impactando en la demanda en los Estados Unidos y en los precios.

La tendencia bajista se reafirmó en las últimas tres jornadas, y ayer el contrato más activo de la oleaginosa en el mercado cerró a 497 dólares por tonelada, una baja de 2,7 por ciento. Los analistas creen que el piso puede estar aún más abajo.

Esta situación podría prolongarse pues "la diferencia entre la tonelada de soja para entrega en agosto y entrega en septiembre es de 50 dólares. Los inversionistas van a preferir esperar algunas semanas para beneficiarse de esta rebaja", advirtió Steve Georgy de Allendale

Si bien los precios actuales todavía no afectarían al plano local, hoy hay 27 millones de toneladas en stock, los productores retienen el producto a la espera de que se revierta el panorama.

Ayer las fábricas que operan en el ámbito de la Bolsa de Rosario propusieron $ 1630 por tonelada de soja disponible, un valor que quedó 110 pesos por debajo del "valor estimativo" establecido por la Cámara Arbitral de Cereales. En Bahía Blanca y en Necochea se cotizó a 1640 y a 1580 pesos, con bajas de 90 y de 50 pesos, respectivamente.

Como es responsable del 25% de las exportaciones de Argentina hacia el mundo -unos u$s 24.000 millones-, la soja es la principal fuente de dólares. De ahí su importancia en el actual contexto económico. La cosecha sin procesar equivale a un 5% del producto bruto interno (PBI). Según datos de Ferreres & Asociados, se producirán unas 48,5 milones de toneladas en el país durante 2013, en un área de 19,3 millones de hectáreas.

En este contexto, ayer el Banco Mundial informó que los precios globales de los alimentos cayeron un 2 por ciento en el último tramo de cuatro meses, marcando el tercer período consecutivo de declive, ante una baja en las importaciones desde Oriente Medio y Africa.