En medio de un marco convulsionado por los propios entrenadores, el "Bichito" fue el primero en dar el primer golpe: a los diez minutos Julio Barraza anotó el 1 a 0 gracias a una jugada trabajada en la semana. A través de un tiro de esquina, el defensor aprovechó la asistencia de Diego Barisone e impactó un potente cabezazo para abrir el marcador. Uno de los candidatos al título demostraba tener las defensas bajas y debía reaccionar para mantener la misión de los tres puntos vigente.
Con la incomodidad que le proporcionaba Argentinos, el "Cuervo" no podía lastimar a la visita. Sin embargo, con un tiro libre perfectamente ejecutado por Leandro Navarro, los de Pizzi merecieron anotar el empate. El disparo del juvenil pasó por encima de la barrera para estrellarse en el palo izquierdo de Pablo Migliore. Además, la fortuna le jugaba una mala pasada, dado que la pelota atravesó toda la línea de fondo y se fue por el lateral. Esa situación fue un claro ejemplo del sobrenombre que tiene la redonda: "Caprichosa".
En la segunda mitad del espectáculo el "Bichito" volvió a picar, y esta vez la herida fue mucho más dolorosa. Un cabezazo de Hernán Boyero quebró la floja resistencia de Cristian Álvarez y silenció a todo Boedo. La impaciencia de la "Buteler" exigía más actitud en el "azulgrana" que al estar 2 a 0 abajo se desesperaron y rompieron el equilibrio táctico, que tanto caracteriza al equipo "blaugrana".
De esta forma, los de Ricardo Caruso Lombardi aprovecharon el desorden local y de contragolpe dejaron nocaut a uno de los candidatos al título. La notable corrida de Rodrigo Gómez generaba un festival en La Paternal. Para esas alturas, el 3 a 0 era sinónimo de resignación en San Lorenzo y algarabía en Argentinos. El notable planteo que impuso el polémico entrenador sirvió para que el duelo personal protagonizado por los técnicos tenga a un claro ganador, y esta vez no se trataba de "Pizzirrucho".