Lt 10

En diálogo con LT10, Carlos Barrera, presidente de la Asociación de Maestros Rurales de Santa Fe, expresó que “el trabajo de maestro rural requiere una gran vocación y un amor muy profundo por la niñez. Nosotros sentimos un reconocimiento de la sociedad por nuestro trabajo y nosotros estamos agradecidos por el destino que nos tocó”.

Además, Carlos Barrera agregó que “la escuela en la que doy clases está sobre la ruta nº19 pasando el cruce de Frank. Esta escuela está muy comunicada con las ciudades. No ocurre lo mismo con algunas escuelas del norte provincial. Hace 43 años, cuando yo comencé a trabajar en la educación, me tocó trabajar en zonas del norte de la provincia. Por aquellos tiempos, era muy complicado llegar por los caminos de tierras, no había colectivos. Muchas veces los maestros tenían que vivir en la escuela, sin electricidad, un tanto aislados del pueblo. Aquellas eran gestas educativas”.

Consultado sobre cómo se hace para equiparar la formación de un chico que estudia en una isla o en un paraje del norte provincial con los chicos que estudian en las grandes ciudades, el presidente de la Asociación de Maestros Rurales de Santa Fe señaló que “hay que trabajar con mucha dedicación, con mucho ingenio, con mucha creatividad. Por suerte, ya no hay escuelas rurales sin electricidad y la mayoría está conectada con internet. Por lo tanto, podemos aprovechar las posibilidades que nos da internet para estar conectados con el mundo”.

Finalmente, Carlos Barrera remarcó que “con el corrimiento de las fronteras agrícolas, el campo se fue despoblando. Por este motivo, hay escuelas con muy pocos chicos que asisten a sus aulas”.