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El dólar blue se mantuvo activo y ayer amagó con tocar un techo antes de cerrar en torno a los $ 6,75, 15 centavos por encima de su valor del día anterior. Aparentemente lejos de las principales preocupaciones del Banco Central, los operadores volvieron a gozar del aumento de demanda y estiraron la brecha con el dólar oficial hasta casi el 50%, una distancia que preocupa a analistas.

Cueveros y arbolitos disfrutaron ayer de otro día de suba del dólar paralelo. Aunque con una novedad: la suba no fue lineal y el precio de la divisa blue probó el precio de $ 6,80 antes de caer y volver a remontar. Los últimos precios para mañana se pactaban en torno a los $ 6,75. En total, trepó 17% desde que el BCRA reforzó el cepo, el 5 de julio último.

“Por ahí se agotaron los pesos en la calle, pero también puede ser que algunas cuevas se engolosinaron y creyeron que podían subir el precio cada hora”, comentó un operador cambiario. Lo cierto es que por primera vez desde que se reforzó el cepo cambiario, hubo un precio del blue que no encontró compradores. Al menos por ahora. “Con el mercado formal quieto, perfectamente puede volver a subir mañana”, comentó otro cambista.

El único consenso que existía ayer entre economistas y operadores financieros era que el apetito por el dólar sigue intacto y su precio de equilibrio, en este escenario de controles, es una incógnita.

Con el precio que se manejaba ayer al cierre de la tarde, la brecha entre el dólar oficial –reservado sólo para turistas que deseen viajar al exterior– y el paralelo trepó al 47,7%. Un nivel que no preocupa la entidad que dirige Mercedes Marcó del Pont, desde donde desdeñan los movimientos argumentando que mueve un volumen de no más del 2% del mercado, pero que sí preocupa a analistas por sus efectos en las expectativas económicas.

“El blue cambia todas las referencias para expectativas de devaluación e inflación”, comentó Ramiro Castiñeira, economista de Econométrica. “Así como uno sabe que la inflación de las consultoras no es exacta, a falta de un IPC confiable recurre a ellas igual porque no hay nada mejor. Lo mismo pasa con el blue, no te queda otra que proyectar todas las variables en base a él”, añadió.

Según el economista José Luis Espert, la brecha alcanzó un nivel tal que incentiva la especulación en el mercado paralelo, a la vez que empuja a los ahorristas minoristas a refugiarse.

“Con datos del propio Banco Central sabemos que el 55% de la fuga de divisas del primer trimestre de este año se hacía con compras de entre u$s 5.000 y u$s 10.000”, dijo Espert. “Estos ahorristas minoristas, sin mercado formal, ya tienen un nuevo precio de dólar”, agregó.

Más aún, el movimiento al alza del dólar libre de controles muestra un consenso de expectativas de devaluación que conlleva el peligro de que el cepo cambiario termine atentando contra sus propios objetivos.

“Lo que entiende el mercado cuando se escapa el blue, es que tarde o temprano se devalúa, con lo que se estimula sobrefacturacion de importaciones y la subfacturación de exportaciones, lo te puede complicar el superávit comercial y el flujo cambiario que buscabas cuidar”, comentó Espert.