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 De todas formas, en el acumulado del cuatrimestre el PBI mantiene un avance de 4%, cotejado con similar tramo de 2011, el cual se considera saludable dado el escenario internacional, en general, y de Brasil, en particular.

El cuadro contrasta con el del año anterior, ya que a esa altura la generación de riqueza por parte del conjunto de residentes en el país se expandía a una tasa de 8,8% y 0,7% en el caso puntual del mes.

Según las mediciones privadas, como la del Estudio Ferreres –que también había estimado 0,6% de suba en un año y caída de 1,2% en el mes–, el impulso estuvo traccionado por el sistema financiero, pese al drenaje de los depósitos en dólares, al crecer a un ritmo de 19% anual en abril y 17,4% en el cuatrimestre.

El resto de las actividades dieron cuenta de subibajas en torno al 2%, con la excepción del agro, que por efecto de la sequía y pérdida de competitividad habría caído casi 10% en abril.

Aumento de 5,2% en el trimestre

El Indec ratificó el anticipo del crecimiento esperado para los tres primeros meses del año.

Una vez más estuvo impulsado por los servicios que se elevaron 6,5%, mientras que los productores de bienes atenuaron la tasa de expansión a 3,2 por ciento.

Semejante debilitamiento del ritmo de expansión de la generación de riqueza se trasladó a la inversión bruta interna fija que ahora creció 2,8%, en contraste con 19,5% que lo hacía un año antes.

Los restantes componentes de la demanda global dieron cuenta de sendos incrementos de 7% del consumo privado y 9% del sector público en su conjunto.