Lt 10

En el Auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas, José Sbatella, presidente de la Unidad de Información Financiera, presentó su libro “Origen, apropiación y destino del excedente económico en la Argentina de la post-convertibilidad”.

En diálogo con LT10, José Sbatella, titular de la UIF, expresó que “desde el 2003 y hasta el año 2008, la fuga de capitales alcanzaba los 40 mil millones de dólares. Este tema se agudizó en el 2009 y el 2011”.

Consultado sobre por qué el argentino propicia la fuga de divisas y no apuesta por la inversión, José Sbatella sostuvo que “esto tiene que ver con la cultura económica de los sectores que tienen capacidad de ahorro. Hay una tendencia muy fuerte a obtener rendimiento a corto plazo y jugar como una inversión mundial, más que desde la argentina. Los estudios económicos que asesoran impulsan radicar capital off shore fuera de frontera y usarlo luego como inversión cuando aparecen negocios en nuestro país o el resto del mundo. Lamentablemente, tenemos una cultura económica diferente a Brasil”.

Sobre la idea de pesificar la Argentina, titular de la UIF señaló que “el problema es que la estrucutra institucional acompañó la dolarización mental de la argentina. No hay que olvidarse que en la legislación argentina sigue vigente la posibilidad de pagar con divisas de otros países. Antes de la convertibilidad lo único que tenía poder cancelatorio era el peso. Todas estas cuestiones llevan tiempo para cambiarlas”.

Consultado sobre qué relación establece entre la fuga de divisas y el lavado de dinero, José Sbatella manifestó que “el stock de dinero acumulado por fuera del circuito legal genera una tensión que ha sido observada a nivel internacional. Nosotros somos el país con más dólares per cápita en el mundo. Los argentinos tenemos más dólares (alrededor de 60 mil millones de dólares en efectivo) que la media de los norteamericanos. Esta fue una herencia de la convertibilidad”.

Sobre la restricción de la compra de dólares, el titular de la UIF remarcó que “no hay relación entre la bonanza económica de la última década y la desconfianza en el peso. Los sectores más poderosos de la argentina ganaron mucha plata durante estos años. Acá no hay una situación de crisis económica como la de los años de fin de la convertibilidad”.