La renovación del plantel de Colón empieza por la defensa. Con varias salidas encaminadas y la necesidad urgente de reestructurar la última línea, el club tiene muy avanzadas las negociaciones por Matías Muñoz y Agustín Ostachuk, quienes aparecen como las principales apuestas para reforzar la zaga de cara a la temporada 2026.
Muñoz, el apuntado para asumir liderazgo inmediato
El primero en la lista es Matías Damián Muñoz, pieza clave en el ascenso reciente de Gimnasia y Esgrima de Mendoza. A sus 29 años, el santacruceño llega con un recorrido amplio en el fútbol argentino y con un 2024 que lo mostró en su versión más completa: 33 partidos oficiales, dos goles, 2652 minutos acumulados entre Primera Nacional, Copa Argentina y Reducido.
Muñoz —1,83 metros, potente en el juego aéreo y con capacidad para desempeñarse también como volante de contención— se consolidó en el Lobo mendocino tras pasos por Ferro, Douglas Haig, Colegiales, Tristán Suárez y Unión La Calera. En Colón ven en él a un futbolista con oficio y personalidad, condiciones que lo transforman en una prioridad para fortalecer la última línea.
Ostachuk, el zaguero que llega con rodaje y proyección
Mientras tanto, el otro nombre que aparece muy bien posicionado es el de Patricio Ostachuk, quien firmó una temporada sólida en Tristán Suárez. Sus números lo respaldan: 30 partidos en la Primera Nacional, con un gol y 2575 minutos jugados, tres encuentros más en el Reducido (251 minutos).
Su continuidad, regularidad y juventud se ajustan al perfil que busca Colón para acompañar a un defensor de mayor experiencia. En el Sabalero esperan que su llegada aporte dinámica y renovación a un sector que sufrirá varias modificaciones.
Una defensa que cambia de protagonistas
La reconfiguración del fondo es total: Brian Negro ya se fue, mientras que Guillermo Ortiz y Gonzalo Soto podrían seguir el mismo camino mediante desvinculaciones. Por el contrario, Nicolás Thaller se mantendría como uno de los pocos sobrevivientes del ciclo anterior.
En ese contexto, Muñoz y Ostachuk emergen como las primeras piezas de un rompecabezas que Colón intenta armar con urgencia. La dirigencia y el cuerpo técnico coinciden en que la solidez defensiva debe ser el punto de partida para recuperar competitividad en 2026.
Si los tiempos acompañan, el Sabalero podría asegurarse en las próximas horas a la dupla que pretende encabezar el nuevo proyecto en la última línea.