El parate en Colón se profundiza y el plantel profesional continúa sin presentarse a los entrenamientos por la falta de pago que arrastran desde agosto. Este martes volvió a repetirse el mismo escenario: los jugadores con contrato en Primera no asistieron a la práctica, mientras que los juveniles se adelantaron una hora y trabajaron con normalidad bajo las indicaciones de Ezequiel Medrán.
Los futbolistas reclaman el cobro de una deuda que ronda los 120 mil dólares, cifra que incluye derechos de imagen, el punto más cuestionado de la gestión saliente. Hace algunos días, el presidente Víctor Godano aseguró que los contratos registrados en AFA están al día, aunque reconoció atrasos significativos en los pagos extracontactuales, lo que terminó detonando la medida de fuerza.
Un club dividido entre la transición y la urgencia
La situación encuentra a Colón en pleno cambio de mando, a horas de que la comisión encabezada por José Alonso tome posesión. Hasta entonces, la incertidumbre domina el día a día. Sin conducción plena y con un conflicto laboral abierto, el cuerpo técnico se sostiene gracias al apoyo de los juveniles, quienes cumplen su rutina y permiten mantener un mínimo hilo de actividad.
Medrán, quien será ratificado como entrenador para la temporada 2026, supervisa las prácticas mientras avanza sobre un diagnóstico claro: el actual plantel profesional deberá sufrir una depuración profunda.
Tres jugadores en los planes y una reconstrucción masiva en el horizonte
La proyección deportiva ya está trazada. De los profesionales, solo Talpone, Castet y Lago están en los planes del entrenador para formar la base del nuevo equipo. El resto quedaría liberado, ya sea por bajo rendimiento, altos contratos o incompatibilidad con la idea de juego que pretende el DT para la Primera Nacional.
La llegada de Diego Colotto, cuya incorporación como director deportivo se definirá en las próximas horas en Santa Fe, será el puntapié para iniciar un mercado de pases intenso. Las necesidades son tantas como las urgencias: Colón deberá sumar entre 12 y 15 refuerzos, apuntando a jóvenes con energía y capacidad para sostener un equipo de alta intensidad.
El desafío inmediato: ordenar para poder reconstruir
Colón enfrenta un doble frente de crisis: económica y deportiva. Hasta que la nueva dirigencia tome el control y avance con el pago de la deuda, la huelga seguirá condicionando el trabajo diario. Pero el tiempo no se detiene: el Sabalero necesita normalizar su situación para poder iniciar un proceso de reconstrucción que exigirá decisiones rápidas, firmes y estratégicas.
La transición apenas comenzó y ya muestra la magnitud del desafío que tiene por delante el club del barrio Centenario.