La situación en Colón sumó un nuevo capítulo con la confirmación de tres nuevas rescisiones de contrato: Marcos Díaz, Federico Jourdan y Facundo Sánchez.
Las salidas, adelantadas por LT10 (AM 1020), se producen en medio de una grave crisis económica, un escenario sin competencia oficial y a días de unas elecciones que prometen ser decisivas para el futuro de la institución.
Rescisiones que golpean y exponen el momento
El club terminó de acordar la desvinculación de:
-Marcos Díaz, quien acumuló 17 partidos (1530 minutos) y 14 goles recibidos en 2025, pero venía marginado por decisión del entrenador Martín Minella.
-Federico Jourdan, con 68 partidos disputados desde su llegada en 2024, donde aportó 10 goles y 4 asistencias.
-Facundo Sánchez, una incorporación para este 2025 que finalmente totalizó 18 partidos sin convertir.
Estas partidas no representan casos aislados. Se suman a las de Joel Soñora, Cristian Garcpia y José Barreto, confirmadas semanas atrás, y podrían no ser las últimas. Las situaciones contractuales de Emmanuel Gigliotti, Brian Negro y Oscar Garrido siguen sin resolución y no se descarta que sus salidas también se concreten en las próximas horas.
Un club endeudado, sin competencia y al borde del proceso electoral
Colón atraviesa un momento de extrema complejidad. Con tres meses de sueldos adeudados, una estructura deportiva desarticulada y sin actividad oficial que permita recomponer la confianza, la incertidumbre se intensifica. La lista de desvinculaciones crece a medida que se acerca el domingo 30 de noviembre, día en que los socios elegirán nuevas autoridades.
En un escenario donde la política institucional y el plano deportivo se entrecruzan, las exigencias se multiplican. Los hinchas reclaman respuestas y los candidatos deberán ofrecer soluciones concretas para enfrentar el impacto financiero y reconstruir un proyecto competitivo.
Una encrucijada decisiva
Cada salida profundiza el deterioro del plantel y compromete la planificación futura. La dirigencia deberá actuar con urgencia para detener la fuga de jugadores, cumplir con los compromisos económicos y restablecer un mínimo de estabilidad que permita pensar en el armado del plantel para el próximo semestre.
Las próximas horas se presentan como determinantes. En Colón se sabe que el futuro no se discute solamente en las urnas: también se juega adentro de un vestuario que pide certezas.