La habilitación del régimen que permite a fábricas de Tierra del Fuego despachar productos electrónicos directamente al comprador encendió las alarmas entre los pequeños y medianos comerciantes del país. En diálogo con LT10, Roberto Slobodianuk, integrante del Consejo Directivo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y referente de la Cámara de Artefactos para el Hogar de Santa Fe, aseguró que la medida “es más efectista que efectiva”.
“Recién hay una página que ya tiene estructura en el país para llevar a cabo esta nueva modalidad. Pero usted sabe que nosotros representamos a los pequeños y medianos comerciantes y nos pasan por la puerta de nuestra casa con el envío de Tierra del Fuego, con un precio que pasaría 25% más barato, y nosotros estaríamos muy perjudicados”, señaló.
El dirigente advirtió que el régimen habilita a las fábricas a competir en forma directa con sus propios clientes: “Las fábricas son nuestros proveedores y están evaluando el costo-beneficio. Si nos venden en el territorio sin intermediarios, los comerciantes dejamos de comprarles y buscamos otra empresa”.
Slobodianuk planteó que la situación podría encontrar un equilibrio si se habilita a las pymes a vender “por cuenta y orden” de las fábricas: “Seríamos como unos agentes de venta y no perderíamos competitividad. Ahí sería ganar-ganar, porque vendés vos y para mí va a ser más barato”, explicó.
De todos modos, relativizó el alcance inmediato de la medida: “Esto puede ser un boomerang. No queremos darle la mayor importancia porque sería como pegarse un tiro en el pie. Queremos ver qué pasa dentro de 20 o 25 días, cuando tengamos un primer informe”.
El referente de CAME también cuestionó la forma en que se implementó el régimen: “Esto fue un parche a otro problema. Primero se publican las cosas y después se ve quién y cómo las implementa. Ustedes ven que hay resoluciones importantísimas que el Gobierno comunica por Twitter”, criticó.
Finalmente, sostuvo que la incertidumbre genera más dificultades a un sector ya golpeado: “Son demasiados frentes los que tenemos abiertos los comercios pymes a la hora de tratar de equiparar condiciones. Seguimos peleándola, viendo qué descuentos conseguimos, cómo llegamos a fin de mes. Pero no queremos hablar en contra nuestro, porque sería como decirle al cliente: no vengas a mi comercio”.