La familia de Andrés, un joven santafesino de 15 años, continúa reclamando que IAPOS cumpla con la orden judicial que obliga a cubrir un tratamiento de rehabilitación neurocognitiva y motora en Buenos Aires. El padre, Pablo Hilber, contó en LT10 que, pese a tener sentencia firme, la obra social dilata los trámites y pone en riesgo la continuidad del abordaje médico.
“Andrés nació en el 2010, fue prematuro extremo, de 29 semanas, pesó 925 gramos. Y bueno, con el correr del tiempo no tuvimos un diagnóstico certero de cuál era la patología de base”, relató Hilber. Su esposa, maestra jardinera, detectó desde temprano retrasos en el desarrollo: “a partir de los 6 meses, más allá de que sabíamos de todo lo que había pasado, Andrés empezó a notar que no era acorde lo cronológico con lo funcional. Entonces obviamente empezó con esta ayuda de estimulación temprana”.
Tras años de búsqueda sin respuestas en Santa Fe ni Rosario, en 2019 dieron con un neurólogo infantil en Buenos Aires. “No solamente nos dio un tratamiento farmacológico sino también nos sugirió una terapia de rehabilitación neurocognitiva y motora. Esa terapia lo que hace es estimular a distintas áreas del cerebro donde Andrés tiene esas deficiencias”, explicó.
El tratamiento se inició en 2022, tras un recurso de amparo. Andrés debía viajar una vez al año a Buenos Aires y realizar 20 sesiones intensivas. Los resultados fueron positivos: “un cambio que lo notamos nosotros, lo notó el colegio, los docentes, lo notó el equipo interdisciplinario que está con Andrés”.
Sin embargo, en 2023 no pudo continuar por nuevas trabas de la obra social. “Cuando fuimos al médico a una consulta nos dijo que lamentablemente por no tener continuidad Andrés en la rehabilitación, su capacidad cognitiva había descendido el 50%. O sea, interrumpir el tratamiento fue incluso hasta perjudicial”, lamentó.
En 2024, gracias a otra cautelar, Andrés volvió a recibir las sesiones y recuperó parte de lo perdido: “del 50% pasó más del 80% su capacidad cognitiva con el tratamiento”. En diciembre, la jueza dictó una sentencia firme para que IAPOS garantice la cobertura hasta que el médico indique el alta.
A pesar de esa resolución, la familia sigue sin respuestas. “En marzo presentamos el pedido para las 20 sesiones de este año. En mayo presentamos el presupuesto del tratamiento y el turno asignado. Pasaron los meses y el IAPOS estuvo dilatando todo este tiempo hasta que llegamos a un cuello de botella el 31 de julio, que venció el plazo del presupuesto”, relató.
La urgencia es inminente: Andrés debe comenzar su rehabilitación el 8 de septiembre en Buenos Aires. “Esto es urgente porque nosotros tenemos una logística también que desarrollar, porque Andrés tiene que quedar con su mamá un mes entero en Buenos Aires. Yo tengo una reserva de un alquiler temporario y bueno, estamos acá”, contó Hilber.
El padre fue contundente sobre la falta de respuesta de la obra social: “hasta el lunes el IAPOS tenía 3 intimaciones y ahora ya tiene una cuarta con un plazo de ejecución. Y todavía no tenemos novedades”.
Hilber advirtió que no permitirá que el tratamiento vuelva a interrumpirse: “yo tengo fe que en estos próximos días ya vamos a tener una buena noticia, porque Andrés no puede interrumpir su continuidad. Y bueno, en función de lo que pase, si no es favorable, tendré que tomar otra determinación judicial. Más grave todavía”.