La situación de Colón sigue siendo delicada, tanto dentro como fuera de la cancha. Este lunes, pese a las expectativas de una reunión definitoria entre los dirigentes y Martín Minella, finalmente no hubo encuentro, y el técnico continúa al frente del plantel, trabajando con normalidad de cara a los próximos compromisos.
El ciclo de Minella se encuentra bajo lupa. Con cinco derrotas en siete partidos, el Sabalero encara un tramo decisivo del campeonato con la urgencia de sumar puntos para no comprometer su permanencia.
Cada caída aumenta la presión sobre el entrenador y pone a la dirigencia en la encrucijada de decidir si mantener la continuidad o buscar un cambio que reactive al equipo.
Mientras tanto, Minella prepara los entrenamientos y analiza alternativas para sobrellevar las bajas por lesiones y suspensiones, con el objetivo de encontrar un rendimiento que le permita cortar la racha negativa.
La dirigencia, por su parte, observa de cerca la evolución del plantel y los resultados inmediatos, conscientes de que cualquier error puede profundizar la crisis.
Colón se prepara para recibir a Chacarita, el sábado desde las 17.05, en el Brigadier López, en el marco de la fecha 28 de la Zona B de la Primera Nacional, donde buscará cortar la racha de cuatro caídas al hilo.
En Colón, la calma en el día a día contrasta con la incertidumbre institucional: el futuro del entrenador sigue siendo tema central y cada partido se percibe como un examen que puede definir el rumbo del club en esta parte final de la temporada.