En medio de la tormenta, Colón empieza a ver una tenue luz al final del túnel. Con cinco derrotas al hilo y un presente que preocupa tanto como desconcierta, el Sabalero se prepara para visitar este domingo a las 16 a Estudiantes de Río Cuarto, por la fecha 13 de la Zona B de la Primera Nacional. Y en ese escenario adverso, las buenas noticias llegan desde el parte médico.
El informe del pasado sábado trajo algo de alivio al cuerpo técnico y a los hinchas: Gonzalo Bettini, Genaro Rossi y Federico Jourdan tienen chances de volver. Tres nombres que, en un plantel diezmado por lesiones y bajones futbolísticos, significan aire fresco y opciones concretas para recuperar identidad.
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Bettini, con experiencia y recorrido, aporta jerarquía y orden defensivo. Ya entrena en campo y su presencia en la lista es una posibilidad real.
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Rossi, con una evolución muy positiva, puede ofrecer variantes ofensivas y desequilibrio, algo que Colón viene necesitando con urgencia.
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Jourdan, aún en proceso de recuperación por una lesión en el aductor, también trabaja en campo y no está descartado.
La enfermería empieza a vaciarse justo cuando el equipo más lo necesita. La derrota del domingo pasado en el Brigadier López ante Defensores de Belgrano (1-0) fue otro golpe duro para un grupo que no encuentra respuestas ni juego, pero al menos tuvo un dato positivo: volvieron Bernardi, Ignacio Lago y Agustín Giménez. Jugadores que, con rodaje, pueden recuperar su nivel y darle algo de oxígeno al once titular.
Por otro lado, Jorge Sanguina continúa con su recuperación postquirúrgica y está totalmente fuera de consideración por ahora.
Colón está contra las cuerdas. La ilusión inicial se fue desinflando y cada partido es una final. Por eso, recuperar soldados y reforzar el plantel no es solo una necesidad: es casi una urgencia. Este domingo, ante un Estudiantes siempre difícil en su casa, el Sabalero necesita algo más que fútbol: necesita carácter. Y quizás, con algunos regresos importantes, pueda empezar a encontrarlo.