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La política de austeridad presupuestaria en España busca ser cada vez más severa a pesar de la huelga general que sufrirá España el próximo jueves.

"Los sindicatos tienen derecho a convocar la huelga y el gobierno tiene la obligación de seguir haciendo aquello que crea mejor para el interés general", señaló el presidente del Gobierno español, Mariono Rajoy desde la Conferencia de Seguridad Nuclear que se lleva adelante en Corea del Sur.

Después de recordar que el año pasado el Estado español gastó 90.000 millones de euros más de lo que ingresó, aseguró: "Así no podemos seguir". Por ello, la política española apunta a congelar el sueldo de los funcionarios y no bajarlo para sostener el consumo.

Asimismo, habrá una reducción del 14% de los gastos en los Ministerios, lo que ayudará a cumplir el objetivo de déficit público comprometido con Bruselas, del 5,3 por ciento del PBI.

MENOS FONDOS PARA EDUCACIÓN Y SALUD

El recorte de fondos alcanzó también los destinados a la cooperación para el desarrollo, que de 2010 a 2012 se redujeron el 40% en las cuentas nacionales españolas y el 70% en las catalanas, según un informe difundido hoy por la organización no gubernamental Intermon Oxfam.

El documento -intitulado "La realidad de las ayudas -2011" y presentado hoy en Madrid y Barcelona- indica que en el último bienio se registró una pérdida de "cantidad, calidad e impacto" de los programas oficiales de ayuda al desarrollo.

Según la cifras de Intermon Oxfam, el Estado español redujo en hasta el 50% los fondos con los que se financian servicios primarios, como la educación y la sanidad, así como los aportes para la lucha contra el hambre en forma de créditos -y no de donaciones- a los países en desarrollo, que luego deben rembolsarlos con interés.

La Generalitat, gobierno autónomo regional catalán, es el que redujo mayormente los fondos para la cooperación, que pasaron de 49 millones de euros en 2010 a 15 millones en 2012.

Para detener lo que define "una verdadera hemorragia de fondos", la ONG le pidió al premier Mariano Rajoy cumplir con el compromiso asumido por su predecesor, José Luis Rodríguez Zapatero, quien prometió que en el presupuesto de 2015 la cooperación para el desarrollo contaría con un financiamiento equivalente al 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB).

De hecho, si en el 2009 la cooperación para el desarrollo correspondía al 0,46% del PIB, en 2010 se redujo al 0,43% y para este año podría terminar marcando un egreso a los liveles del 2005, o sea al 0,29% del PIB.