El comienzo del cursado de las carreras universitarias renueva el problema que padecen los estudiantes que deben trasladarse desde Paraná a Santa Fe y viceversa en relación a los medios de traslado entre ambas ciudades.
El tema es recurrente porque pese a los reclamos, las empresas de transporte que las unen no dan soluciones definitivas ni sobre la frecuencia ni sobre la cantidad de coches necesarios para que nadie quede varado en alguno de los dos puntos.
Diferentes gestiones se realizan desde hace años, con intervención de universidades santafesinas y entrerrianas, Defensorías del Pueblo y federaciones de estudiantes, pero poco son los avances.
Camila Cassettai, presidenta de la FUL, remarcó en diálogo con LT10 que de los 11 mil ingresantes que tuvo la UNL este 2023, el 40% es de Paraná.
"Esta semana insistimos con la necesidad que se amplíen nuevamente los recorridos a todas las facultades para evitar hechos de inseguridad, también volvimos a solicitar que se reforzaran las salidas en horarios nocturnos porque los coches que salen no pueden cumplir con el traslado de la cantidad de estudiantes que deben regresar a su casa".
Cassettai, consideró "un grave problema que los alumnos queden varados y muy desgastante tener esperas de hasta tres horas para poder tomar un colectivo".
La referente estudiantil comentó que "informamos a la empresa continuamente, ellos nos dicen que saben de la falta pero no nos dan una solución. Es necesario que nos garanticen transporte hasta después de las 22 horas por lo menos", enfatizó.
"Por ahora es todo paliativo, pero buscamos políticas y soluciones a largo plazo", manifestó no solo en lo concerniente a las falencias en el transporte interurbano sino también en la aplicación de medidas de seguridad para evitar robos, y arreglos en luminarias".
