Se terminó la paciencia de los hinchas del París Saint-Germain y la relación de Lionel Messi con los ultras está totalmente rota. En la previa del partido, que terminó con derrota ante Rennes, desde las gradas lo silbaron al rosarino y, apenas finalizado el partido, el capitán de la Selección argentina directamente ignoró a quienes presenciaron el duelo.
Cambió la camiseta con un rival, saludo a otros que se acercaron a charlar con él, y se marchó caminando al vestuario sin saludar, ni siquiera mirando a las tribunas. Se metió al camarín mientras los compañeros estaban saludando. Esta reacción deja muy en claro que poco le interesa mantener una buena relación con los fanáticos y seguramente ya está pensando en venir a la Argentina.
Luego de la victoria ante Brest, Messi se había acercado para agradecer la presencia en el Stade Francis-Le Blé pero duró poco la buena onda. En los días previos habían alertado que el argentino sería abucheado en el Parque de los Príncipes y ocurrió. Fue durante la presentación del equipo y desde los cuatro costados reprobaron su presencia.
En enero pasado, el sitio RMC Sports había revelado que Leo y Neymar llevaban meses sin comunicarse con los ultras y esa fue una de las razones por las que no tuvo el homenaje que merecía en el París tras consagrarse campeón del mundo con Argentina en el mundial de Qatar.
El quiebre de la relación se produjo luego de quedar afuera de la Champions League del año pasado, cuando perdió ante el Bordeaux y Kylian Mbappé fue el único eximido de culpa, mientras que Messi y Neymar fueron señalados como los principales responsables de lo sucedido en Madrid. Hoy sucedió algo similar y Leo, los volvió a ignorar.