En cada casa, en cada lugar, en cada pensamiento, en cada recuerdo los ojos se empiezan a astillar, conmovidos por la noticia. No puede ser que haya muerto Oscar Bergesio, no corresponde, todo es muy triste.
Su voz dejó de acariciar los oídos de quienes lo seguíamos a través de la radio.
El flaco fue periodista de los de antes. Protagonista de la gráfica y de la radio, donde el buen uso del idioma era primera condición.
Oscar capturó la trascendencia, reivindicando el conocimiento, la sensibilidad y las pasiones del hombre...
Militante de la vida, de la bohemia, de los códigos y la generosidad.
Dueño de un personal estilo. Transmisor especial por decir las cosas. El sabía donde poner las comas, los gestos, los puntos, los silencios. Un contador de emociones, un fabricador de climas.
Su opinión, su decir atravesó generaciones y lo ubicó entre los más destacados, queridos, y reconocidos del periodismo por su particular estilo de decir el fútbol.
Con la muerte de Oscar, la radio, las transmisiones, perdió, uno de sus mayores referentes.
El flaco era ingenioso en el valor de cada frase, de cada sílaba en la palabra. Su fraseo siempre decía una historia. dibujaba o desdibujaba, según su voz.
Quedará su trabajo, lo que hizo y representó con tanta dignidad.
El mundo sigue andando...quizás corresponda que quede vivo su talento de aquella voz gruesa que era la voz de la tribuna.
Ya no habrá más claringrilla, ya no escucharemos emular al Polaco Goyeneche. Ya no encontraremos en sus manos fichas de colores para la tercera docena en el paño.
"Se fue de viaje el último tablón de madera que quedaba en nuestro corazón futbolero". Se fue el tipo de las cosas simples...el que juega bien, juega bien...
Flaco, para que no duela tanto tu partida...te vamos a recordar todos los días lindo...buen viaje!!!!
Fabián Mazzi y todo el personal del Multimedios de Universidad Nacional del Litoral