Fue, sin dudas, una noche especial para todos. 150 mil personas se juntaron en la Avenida Figueroa Alcorta para rendirle homenaje a los 200 años de la Universidad de Buenos Aires. Por el escenario pararon todas las estrellas de la música moderna de nuestro país. Tome nota La Sole, Cazzu y Coti, entre muchos más. Pero el cierre de Abel Pintos fue a toda orquesta.
Desde muy temprano se juntaron muchas personas que no tuvieron que pasarla mal para ver lo mejor de nuestra música, en lo que fue una verdadera fiesta. La entrada era gratuita y por orden de llegada, por eso se pudo ver un público familiar que murió por La Sole y Abel.
“La educación fue, es y será la mejor herramienta para construir nuestro futuro. Y homenajear a la Universidad en el año de su Bicentenario es un modo de reconocer a todo el sistema de educación pública del país”, dijo Marcelo González, el empresario y director general del show.
Después de lo que pasó con Soledad Pastorutti con hermoso Para no olvidar y un desfile hermoso de estrellas jóvenes y de antaño llegó el momento de Abel Pintos: Cien años, ex cortina musical de la tira ATAV, y La llave, la más famosa de sus canciones, dieron rienda suelta a la emoción.
Al rato se incorporó Pedro Aznar para hacer una versión mágica de Los Dinosaurios de Charly García, en lo que fue lo mejor de la noche. Por más noches, así, por favor…