Tras momentos de desesperación y que mantuvieron expectantes a los vecinos de una localidad remota de Moscú (Rusia), finalmente un grupo de rescatistas logró salvar ileso a un gatito que llevaba tres días atrapado en un pozo de 15 metros de profundidad. El video del rescate fue compartido en las redes sociales y se viralizó porque, como suele ocurrir en este tipo de episodios, no solo los vecinos de la capital rusa sino habitantes de distintas partes del mundo estaban ansiosos por saber el desenlace.
En el video se ve al animal y a uno de los brigadistas salir del pozo. Tras concretarse el rescate, el felino -que salió en brazos de uno de los participantes del operativo- se mantuvo inmóvil y shockeado durante algunos instantes. No obstante, los responsables del salvataje aclararon que el gato se encontraba en buen estado en general.
Cuestión de Estado
El 28 de agosto de este año, y por razones que se desconocen y no dejan de ser un gran interrogante, un gato de la localidad de Chéjov (en la capital rusa) cayó al interior de un profundo pozo revestido con cemento y concreto. Ese mismo día algunos vecinos de esa zona de Moscú dieron aviso a las autoridades tras escuchar los maullidos desesperados del animal.
En total, 15 metros separaban al gato de la superficie y, dado lo angosto del agujero y las características del incidente, desde el primer momento se supo que no sería una misión simple rescatar al animalito. Pero ello no impidió que los trabajadores del área de emergencias planificaran todo un operativo para poder rescatarlo.
Dadas las características del escenario y los recursos disponibles, desde el primer momento se supo que el rescate no sería sencillo sino, por el contrario, deberían destinarse días enteros para sacar al gato sano y salvo (en el mejor de los desenlaces). Y así se ejecutó el plan.
El lunes 30 de agosto, después de tres días, un grupo de rescatistas lograron llevar adelante el plan de rescate tal y como había sido ideado. En total participaron cuatro personas del operativo y quien descendió por el estrecho pozo fue uno de los más chicos en cuanto a contextura física.
Finalmente, ese mismo día, otro de los rescatistas (Anton Ivanov, de 24 años) filmó el momento en que su compañero es levantado por medio de una polea con cables metálicos y, en sus manos, trae al felino que tan preocupados tenía a los vecinos de Chéjov. De hecho, en la secuencia que fue filmada por Ivanov, se ve que el esfuerzo se mantiene hasta el final, ya que el hombre que traía al gato consigo debió hacer una fuerza considerable con sus piernas para avanzar en el tramo final del rescate sin soltar al asustado gatito que venía bien aferrado a sus brazos.
Una vez afuera el rescatado y el rescatista, los demás presentes en el lugar celebraron el exitoso operativo con un aplauso y una felicitación a quien bajó los 15 metros para rescatar al felino. El héroe, en tanto, ya más relajado deja salir un reconfortante suspiro que combina el cansancio con la adrenalina y el final de la misión.