Interés General - hallazgos

Miércoles 25 de Agosto de 2021 - 09:29 hs

La bajante del Paraná sigue dejando al descubierto cosas que estaban bajo el agua

Esta vez, dejó al descubierto la ermita de la virgen de Guadalupe, y está cerca de donde se produjo el socavón en la Ruta 168, que en 2003, provocó la tragedia de una familia.

La bajante histórica del río Paraná permite advertir objetos que durante mucho tiempo estuvieron sumergidos y fuera del alcance de la vista de los navegantes. Algunos de esos objetos, cuentan con un importante valor histórico que dan cuenta del crecimiento de las localidades ribereñas.

Ocurrió en varios lugares de diferentes provincias que fueron afectadas por la disminución del causo del río Paraná. En Ramallo (Buenos Aires), dieron con un ancla de 1940 que pesa 15 toneladas, en San Pedro, quedó al desnudo un cabestrante que pudo haber sido de un barco usado en la Batalla de la Vuelta de Obligado, y en Corrientes, salió del fondo un barco a vapor hundido con unos 100 años de antigüedad.

En la superficie
El río disminuido o incluso, ausente en diferentes lugares, deja al descubierto parte de la vida pasada. En los últimos días, asomó en la superficie, cerca de la costa santafesina y precisamente, en las inmediaciones del túnel subfluvial interprovincial lo que sería un oratorio de la Virgen de Guadalupe, de unos cinco metros, cercano al punto donde 12 años más tarde el río se tragaría 100 metros de ruta, y la camioneta de la familia Zapata, en la que cinco integrantes, perderían la vida en dicho suceso.

La historia de la ermita
La historia cuenta que una noche de tormenta, una Virgen de Guadalupe en una ermita, fue encontrada tirada en la calzada del Túnel Subfluvial. Nunca se supo de dónde provenía y poco tiempo después, se decidió colocarla en el ingreso al viaducto.

Tras ser entronizada, la gran creciente del río Paraná, en enero de 1991, dio cuenta del hundimiento de un oratorio de la Virgen de Guadalupe. Se trataba de una estructura de unos cinco metros que no volvió a ser vista hasta principios de agosto, cuando un kayakista, llegó hasta el lugar junto a un amigo y sacó fotos.

Pese que el río se presentaba agitado este martes, producto del viento, una importante sección del techo de la ermita, gana espacio en la superficie. Casi dos metros de la distintiva forma en triángulo de la estructura quedó al descubierto y más abajo, el lugar donde se situaba la Virgen.

Pocos metros hacia el norte, se llega a la margen santafecina y se puede ver el gran socavón que tuvo la Ruta 168, el 7 de febrero de 2003, donde cayó la camioneta Dodge de los Zapata y el río se llevó la vida de cinco integrantes.

“Donde está la ermita, en este momento por la bajante, hay 14 metros de profundidad. Pero normalmente, debe rondar los 18 o 20 metros”, afirmó y agregó: “por eso, es impresionante que aparezca. Nunca vi que estuviera una parte tan importante afuera del agua”, remarcó el presidente del Club de Pescadores de Paraná, Fabián Blumenblatt.

Fuente: El Once