Desde hace algunos días, el mundo está conmovido por la salida de Estados Unidos de Afganistan y el retorno al poder de los Talibanes, grupo extremista islámico que propone una restauración política y religiosa en su país.
Para intentar profundizar en lo que está ocurriendo en Afganistan y que intereses están en pugna, LT10 habló con Said Chaya, Politólogo, profesor de la Universidad Austral y especialista en temas relacionados a Medio Oriente.
En primer lugar, el experto sostuvo que los talibanes quieren vender con un rostro nuevo, dicen que están proclives al diálogo y aseguran ante el mundo que no van a repetir políticas de la década del 90.
“Yo creo que la estrategia que están utilizando es calmar a la opinión pública internacional y tratar que las potencias globales se desentiendan de las cuestiones humanitarias. Esperar que Afganistan salga de la atención global y volver a aplicar las políticas durísimas que ya conocemos”, manifestó Said Chaya.
Consultado sobre las protestas en Kabul y la desesperación de miles de afganos que intentaban salir de cualquier forma del país, el politólogo explicó que “no debemos perder de vista, que la capital era el núcleo de resistencia más importante a los talibanes. No sé si esto se puede generalizar a otros lugares del país donde reúnen ciertos consensos (magnificado por el poder de fuego)”.
Sobre el rol de las potencias, el docente de la universidad Austral señaló que tanto Estados Unidos, como la Comunidad Europea, China y Rusia se muestran dispuestos a dialogar y a tolerar el régimen, si no hay filtraciones de terrorismo. Esto implicaría desentenderse de las cuestiones humanitarias.
Consultado sobre cómo fue el gobierno que estaba hasta hace algunos días en Afganistán apoyado por Estados Unidos, Said Chaya opinó que “los talibanes lograr que el pueblo identifique a las fuerzas de EE.UU y la Otan como de ocupación. A esto hay que sumarle que Kabul se manejó de espaldas al interior del país y desestimó a los consejos de ancianos. Esta es la clave del consensos que tienen los talibanes en el interior”.
Sobre el papel de la mujer en este tipo de regímenes extremistas islámicos, el experto subrayó que “no en todos los países islámicos es igual. En el caso puntual de Afganistán, las mejoras de las condiciones de vida de las mujeres sólo ocurrieron en Kabul y sus alrededores. En el interior, no tenían las mismas libertades”.