Después del agua, la bebida más consumida a nivel global es el té. En el caso de España, el que más se vende es el té negro, seguido de otros aromatizados como el verde y el rojo. Existen múltiples variedades, pero ¿cuál es su verdadero origen? ¿Cómo se elabora el té? ¿Cuáles son sus verdaderos beneficios?
Las leyendas más extendidas sobre su origen
Una de las leyendas cuenta que el té surgió hace aproximadamente 5.000 años en China con el emperador Shen-Nung. Según esta historia, "el emperador con el fin de hervir agua y descansar se sentó bajo un árbol" y unas hojas cayeron sobre su bebida. Al emperador le gustó el sabor y "mandó plantar semillas de ese árbol silvestre". Fue a partir de entonces cuando el té empezó a utilizarse como planta medicinal.
Otra leyenda establece su origen en Japón y atribuye su descubrimiento al príncipe Bodhi-Dharma. Este príncipe tenía sueños cada noche que no quería volver a tener y para ello decidió mantenerse despierto. "Encontró un arbusto del cual mascó unas hojas y gracias a ellas consiguió mantener los ojos abiertos sin caer en el sueño", explican desde la organización. Así fue como empezó a expandirse el consumo de esta bebida.
Este mismo príncipe aparece en otra de las leyendas más conocidas sobre el origen del té. En este caso se sitúa en la India y la historia narra como tras cinco años de peregrinaje, el príncipe Bodhi-Dharma estaba cansado y enfermo. Siguió los consejos de un grupo de sabios y preparó una bebida con las hojas de un árbol y así fue como se descubrió el té.
¿Cómo es su proceso de elaboración?
La recogida debe realizarse a mano y se elabora con las plantas más jóvenes de un arbusto. En este sentido, uno de los factores principales para su óptimo desarrollo y crecimiento es el clima.
"A pesar de que se adapta a muchas condiciones, prefiere climas tropicales o subtropicales", explican en la OCU. Por eso, un lugar donde el verano sea cálido y húmedo, y el invierno frío es lo más indicado. En cualquier caso, "si buscas la mejor calidad, recurre a plantas cultivadas en zonas altas".
Diferentes variedades según su elaboración
Esta bebida se puede dividir en función de su origen y proceso de elaboración. Así, los más consumidos según su origen son los siguientes:
- Darjeeling: es el té más codiciado al ser una mezcla de tres tés negros elaborados en la India.
- Té de Ceilán: es otro de los más famosos que se elabora a base de tés negros producidos en Sri Lanka.
- Té de Fromosa: esta variedad se produce en Taiwan.
- Assam: se trata de un té negro producido en el noreste de la India.
En cuanto a su forma de elaboración, se pueden destacar los siguientes:
- Té verde: se deja secar al aire y al sol y apenas se manipula. Durante su elaboración, "las hojas se someten a un tratamiento de vapor, destruyéndose los enzimas responsables de la oxidación", detalla la OCU.
- Té Oolong o té azul: esta variedad sufre "una oxidación parcial", por lo que adquiere un sabor y color característicos.
- Té negro: es la variedad que más se cosecha a nivel mundial. "Sufre una etapa de oxidación completa y el sabor es más fuerte".
- Té blanco: este tipo de té no se fermenta y el sabor es más suave. "Al igual que el té verde, tiene un alto contenido en polifenoles".
- Té amarillo: se trata de una de las variedades más desconocidas entre la población, aunque su elaboración es parecida a la del té verde.
- Té Pu-erh o té rojo: la diferencia con respecto a otros tés radica en que tiene "una maduración posterior que puede durar entre 2 y 60 días", lo que hace que tenga ese color tan característico y "aroma terroso".
- Té soluble: esta variedad se elabora mediante un proceso de deshidratación de "una infusión muy concentrada, generalmente de té negro".
¿Es tan bueno su consumo como dicen?
Esta bebida contiene flavonoides y catequinas, potentes antioxidantes que se encargan de neutralizar la acción perjudicial de los radicales libres en células y tejidos. No obstante, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) aún no ha autorizado "ninguna declaración que relacione el consumo de té y los efectos antioxidantes, pues se necesitan más estudios que confirmen este efecto", indican en la organización.
Por otro lado, el té también contiene cafeína, por lo que puede tener efectos perjudiciales en determinadas personas al incrementar el nerviosismo o la taquicardia. Otro posible efecto secundario es la irritación gástrica. Además, no se recomienda su consumo en personas que sufren anemia por su contenido en tianinos, que "bloquean la absorción de hierro".