Interés General - Juan TRento

Domingo 02 de Mayo de 2021 - 08:48 hs

El aislamiento de la pandemia y el crecimiento de la violencia familiar sobre los más chicos

Crecen los índices sobre chicos violentados en el seno familiar. Hubo 9 casos de pequeños maltratados que ingresaron el último fin de semana en el hospital de niños Orlando Alassia de la ciudad de Santa Fe. Aumentaron también los embarazos de niñas de 11 o 12 años, en el último año, y es información oficial.

Actualizado: Domingo 02 de Mayo de 2021 - 10:52 hs

Por Juan Trento

La población mundial asiste a un encierro insospechado como consecuencia de la pandemia mundial de Covid 19, en la República Argentina desde el 20 de marzo de 2020, rigió el decreto de necesidad y urgencia DNU presidencial que operó desde la cero hora del viernes 20 de marzo de 2020. Primero, la medida fue aplicación rígida en cuanto a que se trató del denominado aislamiento social preventivo y obligatorio -conocido por el acrónimo  de ASPO- y luego, con el correr de los meses y de la primavera y del verano, una forma más morigerada de contacto social, en este caso, fue el denominado distanciamiento social preventivo y obligatorio - o DISPO- de cualquier manera, la vida social como la conocimos hasta el coronavirus, se trastoca a límites insospechados. 

La indefensión de los chicos

La modificación en los hábitos de vida racionales y regulares de las personas, con el encierro obligado, las  medidas sanitarias preventivas  convertidas desde hace 13 meses y medio en permanentes, dejan de ver repercusiones de todo tipo en la vida humana. Una, es la que hace a la convivencia familiar estrecha, y se relaciona con el aumento de la violencia familiar. Entre tantos conflictos derivados de esta situación, en los primeros días de la fenecida semana, se conocieron los índices de crecimiento de cifras provenientes del maltrato infantil,  originadas por un organismo oficial como es la secretaría de la niñez, la adolescencia y la familia de la provincia de Santa Fe, y como botón de muestra, hubo 9 chicos maltratados ingresaron al hospital de niños Orlando Alassia de la capital santafesina. En la mitad de los casos, los hechos son por lo menos aberrantes para con las víctimas, que va de suyo, están absolutamente indefensas en el seno familiar, ya que la agresión proviene del lugar en el que se cuida a los chicos como en ningún otro lado: en la familia. 

Violencia intrafamiliar

No se trata de un caso de estadísticas, de contabilizar víctima de manera cuantitativa por aplicación de la aritmética, sino que es exactamente todo lo contrario. Cada nena o nene sometido a la brutalidad del castigo físico y psicológico, cuando no sexual, es asistido, y curado pero luego  retorna al infierno en el que convive con su o sus agresor o agresores. Con el aislamiento social preventivo y obligatorio ASPO o con el distanciamiento  social preventivo y obligatorio DISPO, el mismo organismo público cuenta con datos consolidados sobre el embarazo en menores de 11 o 12 años. En estos casos o en la mayoría, la situación de violencia es intrafamiliar.

El infierno tan temido

Como efecto no deseado, la aplicación de las normas sanitarias  de la pandemia, hicieron que los chicos no tuvieran la asistencia presencial en la escuela, o bien hubiera asistencia presencial alternativa, eliminamdo la posibilidad de que cada maestro pueda hacer con sus alumnos un seguimiento, pudiendo ver aquellos en los que se observan una modificación en su conducta o un súbito cambio de humor, que permite un diálogo y acercamiento al docente, y el seguimiento estrecho de los cada maestro con cada uno y con todos sus alumnos, hasta que los chicos se quiebran y pueden contar el drama de sus vidas, y entonces, las autoridades escolares intervienen directamente dando paso a otro organismos del Estado con una denuncia, y de esa manera, llegar a tiempo y  salvar  a las víctimas del infierno tan temido.

Infancias robadas

Los chicos que son víctimas de estas situaciones que ocurren hoy, incuban su naturaleza de víctima sobre el desarrollo personal en el futuro inmediato y mediato de sus vidas. Las consecuencias de la ausencia  de su proyección por los problemas familiares y sociales, la posibilidad intelectual de alcanzar estudios  superiores, de elevar la mirada de sus posibilidades desde el esfuerzo personal como proyección a una vida mejor, de tratar de ser felices, se vuelve una quimera. Esas son vidas destruidas, y que pudieron ser salvadas. Por eso son infancias robadas.

Fuente: LT10