Por segundo año consecutivo, la pandemia por el coronavirus impide que se realice una de las festividades más tradicionales para los santafesinos. Se trata de la Peregrinación a la Virgen de Guadapule.
El evento en el cual los fieles realizan distintos recorridos hasta llegar a la Basílica, se verá suspendido en el marco de las restricciones por el coronavirus. Sin embargo, a diferencia del año pasado, en donde no hubo ningún tipo de actividad, este año habrá algunas flexibilizaciones.
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Los fieles podrán visitar a la Virgen de Guadalupe en el camarín de forma ordenada, con distanciamiento organizado y uso de barbijo.
También habrá misas adentro de la Basílica, transmisión en vivo y se trabaja con la Municipalidad de Santa Fe para organizar a los fieles afuera de la iglesia, con bancos y parlantes para que puedan asistir a las celebraciones litúrgicas.
La celebración está prevista para el fin de semana del 17 y 18 de abril.
En diálogo con el Móvil de LT10, el secretario de Educación y Cultura Paulo Ricci que en colaboración con el padre Olidio Panigo y la comisión organizadora, definieron "que habrá menos actividades que las habituales, no habrá peregrinación a pie, ni ferias ni ventas ambulantes en las inmediaciones".
"Vamos a enfocar sobre las misas que se van a realizar sábado y domingo, desde la mañana hasta el horario nocturno permitido" agregó el funcionario quien también recordó que se puede participar de las mismas de forma remota.
Por su parte, el padre Panigo agregó que las donaciones pueden ser acercadas a los Cáritas que se encuentran en las distintas parroquias de la ciudad para evitar la aglomeración de personas y brindó algunos detalles sobre cómo se organizará la festividad: misas con un aforo del 30% y una imagen de la Virgen en la vereda para que los fieles puedan pasar a saludar.